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El duro relato del bombero que le salvó la vida a la bebé que no podía respirar

En primera persona . Juan Cruz Scarpitto asistió a la nena de 6 días de vida cuando llegó en brazos de sus padres porque se había ahogado al tomar la leche materna. 

El bombero del Destacamento Nº2 San José Juan Cruz Scarpitto (27) contó en primera persona el momento en que le salvó la vida a una beba de 6 días de vida que se había ahogado al tomar la leche materna: "Fue un momento de mucha adrenalina, pero tuve la templanza necesaria para realizar la maniobra apropiada".

El hecho sucedió el viernes pasado a las 15 cuando Juan cruz se encontraba en el cuartel del Barrio San José de Temperley, ubicado en avenida Eva Perón 3165: "Estaba junto a mi compañero Marcelo cuando escuché una frenada fuerte de un auto y enseguida el timbre".

El joven bombero entendió que se trataba de algo urgente: "Vi a los padres desencajados, desesperados por la situación y enseguida me di cuenta que la beba no podía respirar, entonces mientras le pedí a mi compañero que llame a la ambulancia procedí a hacer las maniobras de Heimlich en lactantes".

Fue un momento de mucha adrenalina, pero tuve la templanza necesaria para realizar la maniobra apropiada.

Gracias a la maniobra, que es fundamental para desobstruir la vía respiratoria, la menor respondió favorablemente y luego de ser reanimada fue trasladada al Hospital Gandulfo de inmediato por una ambulancia del #107.

"Al parecer, la nena se broncoaspiró con la leche materna, lo que hizo es que se le tapara con fluido la vía respiratoria", explicó el bombero que tuvo la la tranquilidad para que el final fuera el esperado, quien además agregó que en unos "dos minutos aproximadamente pasó todo".

La maniobra de Heimlich es fundamental para desobstruir la vía respiratoria, la menor respondió favorablemente y luego de ser reanimada fue trasladada al Hospital Gandulfo de inmediato por una ambulancia del #107.

Scarpitto contó que viene de familia de bomberos: "Estoy en el cuartel desde que tenía 10 años y también son bomberos mi papá, mi hermano y un tío".

A los 18 años entró en servicio y si bien ya había estado presente en otros casos similares de menores con problemas de obstrucción respiratoria, comentó que todos los casos son distintos y los más importante es estar capacitado y seguro de realizar la maniobra apropiada: "Tenemos una muy buena preparación y siempre hay que respaldarse en eso".

El bombero que vive en el Barrio San José a unas pocas cuadras del cuartel contó que estudia medicina en la UBA hace unos 6 años y espera poder recibirse a mitad del año que viene, pero aseguró que el cuartel nunca lo va a dejar: "En realidad soy marino mercante, maquinista de barco, pero ahora estoy estudiando mucho para poder recibirme de médico, de hecho cuando sucedió lo de la beba estaba estudiando en el cuartel".

Pero lo más importante de la experiencia que vivió el viernes fue cuando los padres de la beba quisieron volver al cuartel ese mismo día por la noche para hablar y agradecerle al joven bombero que le haya salvado la vida a Miranda, así es como se llama la nena.

"Vinieron de nuevo tras las horas de observación en el Gandulfo y estuvimos hablando más tranquilos todos porque en ese momento pasó todo tan rápido que no habíamos cruzado muchas palabras, sólo fue actuar de inmediato", relató Scarpitto, y añadió que los padres de la nena le dijeron que no tenían palabras para agradecerle lo que hizo.

El bombero que en poco tiempo será médico aún no sabe a qué especialidad se va a dedicar, pero comentó que está entre lo clínico, lo quirúrgico y no descarta la pediatría.