La Unión | LOMAS

Tragedia de dos lomenses en la ruta: el crudo relato de un sobreviviente

CHOQUE FATAL. Un pasajero que viajaba en el mismo micro contó terribles detalles del accidente que dejó cinco muertos. "Escuchaba voces agonizando", recordó.

El sábado pasado, un terrible choque entre un micro y un camión en Santa Fe se cobró la vida de cinco personas y dejó más de una decena de heridos. Dos de las víctimas eran vecinos de Lomas de Zamora. Uno de los sobrevivientes relató con crudeza los detalles de la tragedia.

La colisión tuvo lugar en el kilómetro 116 de la ruta 34, a la altura de la localidad de Las Baldurrias. Un camión de carga que venía de Corrientes chocó con un micro de la empresa Torres Hermanos que había salido de Santiago del Estero con destino a Buenos Aires. El ómnibus se salió de la ruta y chocó contra un árbol. El impacto provocó la muerte del chofer del micro y de cuatro pasajeros.

Alan Achabal, de 26 años, fue uno de los sobrevivientes de la tragedia. Viajaba en el mismo micro que Margarita Cinecia y Artemio Del Valle Soria, los dos lomenes que perdieron la vida en el accidente. El joven estaba durmiendo cuando el micro chocó y se despertó por el impacto. Desde ahí, todos sus recuerdos son terroríficos.

"Cuando abrí los ojos no entendía nada de lo que estaba pasando. Me desperté con el ruido del accidente. Tenía un golpe en la cara. Me golpeé la nariz contra la butaca de adelante, que estaba inclinada para atrás, y me doblé la muñeca tratando de evitar el impacto. El micro se inclinaba hacia los costados. Parecía que iba a volcar. De fondo, escuchaba los gritos desesperados de los otros pasajeros. Todo estaba oscuro, no se veía nada", relató en charla con Clarín.

Alan escuchó "el sonido de un chispero, como si el micro estuviera a punto de prenderse fuego", por lo que actuó rápidamente para escapar: "Tomé el martillo de emergencias para romper la ventana y escapar por ahí, pero el colectivo se inclinó y fallé en el intento. Bajé la escalera como pude, descalzo, y me encontré con un desastre".

Cuando logró salir del micro, Alan quedó en la completa oscuridad. No llevaba celular y no podía ver nada, así que corrió hacia el lado de la ruta para pedir ayuda. Momentos después, consiguió que un camionero alumbrara al micro. Lo que vio fue una escena dantesca: "Vi que el chofer había fallecido y que una persona detrás suyo estaba muy mal. Escuchaba voces agonizando, a una persona le brotaba sangre de la boca y había una mujer con el brazo cortado por una chapa. Estaba lleno de chatarra. Todavía siento en la nariz olor a sangre y carne. No me lo puedo sacar".

Lo más perturbador para Alan fue asistir a una señora gravemente herida que lloraba preguntando por su hermana. El joven intentó tranquilizarla y se quedó con ella. "Me senté en el pasto y le apreté la mano que estaba cada vez más fría. Le ofrecí mi campera para taparle el brazo porque estaba perdiendo mucha sangre. Le faltaba un pedazo del brazo, se le veían los huesos y los tendones", recordó.

Poco después, Alan fue rescatado por los Bomberos de Cañada Rosquín y trasladado al cuartel, donde recibió la asistencia y la contención que necesitaba. Horas después, pidió volver al lugar de la tragedia para recuperar su bolso, pero apenas se acercó, revivió todo el horror. "Justo pasó un camión por al lado de la banquina y empecé a transpirar. Se me revolvió el estómago, me bajó la presión y el corazón me latía muy fuerte. Estuve 32 horas sin dormir. No quiero viajar nunca más en colectivo", dijo con agustia.

El caso está siendo investigado por la UFI 150 de San Jorge. Fue caratulado como "homicidio culposo agravado por la pluralidad de víctimas fatales en concurso ideal con lesiones leves, graves y gravísimas culposas, en el marco de un accidente de tránsito". Por el momento, el conductor del camión, que salió ileso, no está imputado.