Llegó a Villa Galicia cuando todo era campo y había dos casas: cumplió 100 años
muy querida. Herminia se mudó a Lomas cuando se casó. En el barrio la conocen todos y dicen que es muy solidaria. Fue un ejemplo de empoderamiento femenino en otros tiempos: terminó el secundario, trabajó y estudió inglés.
Una verdadera adelantada a su época siempre fue la vecina de Villa Galicia Herminia Rodríguez, que el sábado cumplió 100 años. Sus afectos contaron que tuvo una vida en la que supo tomar sus propias decisiones y sin respetar los mandatos sociales impuestos en aquel entonces.
"La gallega", como la llaman, nació en Vigo, España, y cuando tenía apenas meses de vida, sus padres la trajeron a Argentina. Vivió en San Telmo cuando era muy chica, luego se mudó a Belgrano, pero la mayor parte de su vida la pasó en Lomas, justamente en el barrio donde vive actualmente: Villa Galicia.
"Cuando se casó ya se vinieron a vivir a Lomas y hoy reside en la misma casa que habitaron cuando el barrio era un campo con dos casas, la de ellos y una más", contó Mariana Traverso, la nieta de Herminia, hija de su único hijo.
"Mi abuela es un ejemplo de aquella época porque supo empoderarse y hacer mucho de lo que no hacían las mujeres de su época. Hasta le pidió ella casamiento a mi abuelo porque no quería estar más de novia: una verdadera adelantada a su época. Ella tuvo un solo hijo porque trabajó toda su vida, siempre fue una adelantada, una mujer muy inteligente que decidió terminar el secundario cuando en su época era la minoría los que se recibían de perito mercantil porque las mujeres estudiaban bachiller", señaló con admiración su nieta.
Tuvo muchos trabajos, pero el que más recuerda es cuando fue empleada en la fábrica de la marca Siam. Su inquietud y las ganas de crecer también la llevaron a estudiar inglés. También se recibió de masajista y cosmeatra: "Le gusta mucho hacer masajes y hoy en día se acerca y de la nada comienza a hacerte masajitos".
Ella tuvo un solo hijo porque trabajó toda su vida, siempre fue una adelantada, una mujer muy inteligente que decidió terminar el secundario cuando en su época era la minoría los que se recibían.
Es reconocida por todo el barrio como una vecina muy solidaria ya que era la primera que dejaba a disposición una canilla de su casa para que los chicos que jugaban en el potrero junto a su hijo pudieran hidratarse: "Y no era la típica que le pinchaba la pelota, por el contrario siempre estaba para ayudar y apoyar".
Colaboró por muchos años con la Sociedad San Vicente de Paul de Lomas. "Ella iba siempre porque tenían la guardería de niños en San José, Temperley, y ayudaba ad honorem con temas contables y en el reparto de donaciones porque sabía mucho de números", detalló Mariana que actualmente tiene 46 años y guarda grandes recuerdos de su niñez junto a su abuela: "Ella nos cocinaba la empanada gallega más rica de todo el barrio".
Como su vida laboral no le permitió cocinar de joven, cuando se jubiló comenzó a estar más en la cocina: "Recuerdo que tenía épocas en que cocinada determinada comida y todo lo que hacía lo repartía entre nosotros y sus vecinos. Hubo una vez que se la pasaba haciendo pizzas y las ofrecía en el barrio".
Otro de sus hobbies actuales es escuchar tangos y recordar las letras: "A veces está seria y de golpe te contesta con una frase de algún tango o te dice algo en inglés. Es un verdadero personaje adorable". Mariana también destacó de su abuela el buen humor que siempre la caracterizó: "Me acuerdo que con mi abuelo hacían una pareja tan linda porque se peleaban en broma para hacer reír a los nietos".
Ahora se encuentra bien de salud y juega al scrabble con su hijo para agilizar la memoria a través del armado de palabras.
Los que asistieron a su cumpleaños número 100 aseguraron que estaba muy contenta y agradecida, pero lo que repetía y se preguntaba ella misma era: "Cien años no son muchos". Son pocos de familia, en el día de su cumple estuvieron dos de sus nietos (tiene tres, pero uno está viviendo en el exterior), sobrinos y además participaron algunas vecinas del barrio que las conoce de toda la vida.