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La familia de Franco Martínez sigue moviendo cielo y tierra para llegar a la verdad

A MÁS UN MES DE SU HALLAZGO. Están recaudando fondos para contratar a un perito de parte que pueda realizar una nueva autopsia y llevar adelante distintas medidas de prueba en el lugar en el que fue encontrado el cuerpo.

A más de un mes del hallazgo del cuerpo sin vida de Franco Martínez, su familia sigue moviendo cielo y tierra y haciendo lo imposible para llegar a la verdad, para poder recolectar pruebas que le permitan a la Justicia determinar qué fue lo que pasó con el joven de Villa Albertina, que el 23 de julio por la tarde salió de su casa y 29 días después apareció colgado de un árbol en la Reserva Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires.

Las preguntas todavía son muchas y hoy no tienen respuestas. "Estamos igual que el día uno", precisó Lisette, hermana de Franco, en diálogo con La Unión. "Aún no tenemos novedades de las cámaras ni del peritaje del celular, y (desde la Fiscalía N° 11 a cargo de la investigación) no nos están dando respuestas de las medidas que pedimos. Encima quieren apurarnos para cerrar la causa y cremar el cuerpo", se quejó.

Por eso, a contrarreloj, la familia comenzó una colecta para poder recaudar el dinero que les permita contratar a un perito de parte. La intención es avanzar en algunas de las medidas de prueba que consideran necesarias, como una segunda autopsia sobre el cuerpo del joven y una serie de averiguaciones adicionales en el lugar donde fue encontrado su cadáver.

"La fiscalía nos apura, nos dice que el tiempo de preservación del cuerpo se está acabando y nosotros tenemos que presentar un perito sino van a tener que concluir el caso como que se trató de un suicidio, y la verdad que no queremos eso", resaltó Lisette con indignación. Y se preguntó: "¿Cómo puede ser, la causa no avanza y a nosotros nos apuran?".

"Es muy triste, es desgastante. Porque pasa el tiempo y no tenemos respuestas. Nosotros en cierta manera tenemos que tratar de volver a nuestra vida, y es como que no podemos dar por concluido nada, porque nosotros tenemos la seguridad de que él no se suicidó, sino que lo asesinaron, y no tenemos ayuda como para poder demostrar esto, estamos solos", sentenció.

CUESTIONAMIENTOS

El abogado de la familia, Alejandro Biondini, aseguró a La Unión que "hay una insistencia bastante significativa" por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires "para cerrar el caso como si se hubiese tratado de un suicidio". "Cuando los elementos que tenemos nos indican otra cosa totalmente distinta", insistió

Por eso, disconformes con el manejo que se está haciendo de la investigación, la querella solicitó la intervención de la Gendarmería. Son varias las cuestiones que empujaron a los hermanos de Franco a objetar el rumbo de la causa. "Sentimos que no se le da importancia y que muchas cosas no se hicieron o se hicieron mal", sostuvo Lisette.

"Sentimos que no se le da importancia y que muchas cosas no se hicieron o se hicieron mal".

Una de ellas es la autopsia. Según Biondini "hay ciertos puntos de pericia que no han sido solventados por el profesional que intervino originalmente en la primera autopsia". "Hay puntos que realmente no se responden, puntos clave que nosotros observamos, por ejemplo, la autopsia original no marca la data de muerte", precisó.

"Pareciera una autopsia hecha más a las apuradas que otra cosa", cuestionó el letrado y criticó el tratamiento que se le dio al cuerpo desde su hallazgo. Según le dijo este diario, el cuerpo de Franco fue ingresado a la morgue como NN, cuando en su poder tenía el DNI entre sus pertenencias. "Se le dio un tratamiento no como una persona desaparecida y encontrada sin vida, sino como una persona que apareció en la reserva ecológica y cuya identidad se desconocía", señaló.

Ante esto, Biondini pidió ante la Justicia la realización de una nueva pericia médica. "Esto consiste, básicamente, en poder hacer una segunda autopsia sobre el cuerpo de Franco", aclaró. Ante la consulta sobre si es posible realizar un nueva autopsia ante el estado avanzado de descomposición en el que se encuentra el cuerpo, el abogado consideró que "es totalmente viable" aunque admitió que los resultados que se consigan quizá no sean "del todo satisfactorios".

¿QUÉ PASÓ AQUEL DÍA?

Franco salió de su casa el 23 de julio a las 17.10 y en su poder tenía dos permisos, uno para ir a la Ciudad de Buenos Aires y otro para volver. Según las pruebas disponibles hasta el momento, primero viajó hasta Puente La Noria, cargó la SUBE con $100 y se subió a un colectivo de la línea 20. Sus hermanos creen que podría haber viajado hasta la zona Retiro, pero aún hoy no hay forma de probarlo.

"Él llega a la Ciudad de Buenos Aries y allí no sabemos lo que pasó. La policía de la Ciudad de Buenos Aires no está aportando las cámaras, que están pedidas desde el 16 de agosto. Al día de hoy la querella no tiene acceso a las cámaras para saber qué hizo Franco al bajarse del colectivo y saber dónde se bajó exactamente", explicó Biondini.

Desde ahí, hasta que su cuerpo apareció ahorcado alrededor de las 18.50 del jueves 21 de agosto en la Reserva Ecológica de la Costanera Sur no hay más información, y todo es poco claro. Varias datos les llamaron la atención a la familia: "El nudo, la posición del cuerpo, marcas que tiene el cuerpo que nosotros observamos, que las corroboró el primer médico que intervino que son marcas que no se condicen con un suicidio", ejemplificó el abogado.

También el horario y el contexto en el que supuestamente ocurrió todo, si su muerte se produjo el mismo 23 de junio. "Ese día era un día de lluvia, y la visibilidad en el lugar es nula. Supongamos que una persona entra con una intención suicida, hubiera entrado con algún elemento de ayuda, con alguna linterna o alguna luz", teorizó el abogado.

La Reserva Ecológica, además, por la pandemia se encontraba cerrada. ¿Cómo hizo para entrar sin que lo vieran cuando los dos lugares de acceso están custodiados con personal de la Policía de la Ciudad y seguridad privada? "El único acceso viable que existe, se puede tomar ingresando a través de la villa Rodrigo Bueno. Hay que ingresar por un tejido que está roto, seguir por un sendero, y ¿cómo hizo para saber que existía ese lugar si Franco nunca visitó la reserva?", agregó.

El joven fue hallado a pocos metros de la costa del Río de la Plata y muy cerca de un camino. "Si en la Reserva supuestamente se hace un recorrido de rutina y de control, como dicen que hacen, ¿cómo puede ser que alguien no se haya percatado que estaba ahí? También es muy raro se borraran las imágenes de la cámara de la reserva", deslizó Lisette.

Otros dos detalles suman sospechas alrededor del caso para la familia. Uno es que el celular Huawei que tenía Franco, con una tecnología muy básica, aún no pudo ser abierto y peritado por la División de Cibercrimen. Y otro que las cámaras de la reserva ecológica de ese día fueron borradas. Para colmo, la Ciudad de Buenos Aires aún no aporta las imágenes que podrían haberlo captado viajando durante todo el trayecto del colectivo.

Por eso y por otras cosas la familia considera que se trató de un crimen. "Franco no se suicidó, es materialmente imposible que haya cometido el suicidio tal cual pretendería decirse que fue, materialmente no hay forma de que lo haya hecho, no sin asistencia de otra persona o de un tercero. O Franco fue capturado por alguna persona, o Franco concurrió a algún lugar cercano engañado y fue llevado a ese lugar", cerró Biondini.