"Regresar a las canchas sería una cuestión emocional"
A la espera. Maiten Barrios, entrenador de cuatro categorías infantiles en el básquet femenino de Temperley, habló de su rol en la pandemia y cómo lo atraviesan las chicas.
El básquet es un deporte de constante contacto entre los jugadores. Pensarlo en medio de un aislamiento de personas es prácticamente un colmo pero, a la par, una necesidad que le toca atravesar a miles de jugadores.
En Temperley, uno de los clubes con mayor tradición basquetbolistica de la región, el padecimiento se siente a diario y Maiten Barrios, entrenador de la rama más joven del femenino, trabaja para fortalecer el ánimo de las chicas. "Emocionalmente les cuesta porque, lógicamente, extrañan la cancha, las amigas, sus rutinas, hay un factor que juega ahí que es el tiempo que sigue pasando y que cada vez pega más. Lo peor de esto es que todavía estamos lejos de arrancar y, si bien hay algunos protocolos, nada asegura que se pueda retornar en los formatos tradicionales", comentó.
A su cargo tenía 50 chicas a principios de año pertenecientes a cuatro categorías entre nenas de 6 a 15 años. Hoy, a través de Zoom, se entrenan tres veces por semana unas 25, divididas por categoría. "Entrenamos en el espacio que cada una tenga en la casa. Por suerte, todas tenían una pelota y la que le faltaba pudo conseguir. Hemos hecho prácticas con pelota y sin, trabajando en cuestiones individuales, en técnica y viendo algunos videos de temas más tácticos. Después hablamos muchos, tenemos actividades recreativas, nos hemos reunido virtualmente con equipos de Necochea, de Chile, de España, haciendo desafíos y demás", contó Barrios, quien lleva dos años al frente de los cuatro elencos.
"La realidad es que le buscamos la alternativa por varios lados pero no es sencillo. Hoy ya lo deportivo nos parece un tema que se va a poder solucionar al regreso pero la cuestión es otra: volver a la cancha pasa por algo emocional. Ya sabemos que no vamos a poder jugar ni siquiera 1 vs 1 pero, al menos, no vernos a través de una pantalla ya va a ser algo muy valioso. Eso hace mucha falta pero la realidad es que también el riesgo es grande y no podemos depender de eso", lamentó la entrenadora de 27 años.
En este sentido, existe un protocolo para la actividad que en algunas localidades de la provincia comenzó a implementarse aunque nada se acerca al ritmo de un partido. "Se entrena con una pelota por cada jugadora, en una cancha dividida para ocho chicas, solo trabajando lo individual. Lo único que cambia es que se ven las caras que, aunque no parezca, es mucho", indicó.
Por último, Barrios hizo referencia al rol que cumplen los profesores en este contexto. "En lo personal extraño un montonazo a las chicas, el estar en el club y la cancha. Al ser de distintas edades, también tienen distintos temas en que pensar y una trata de estar cerca de todos. A veces solo merendamos por Zoom y charlamos de cualquier tema como para estar cerca del día a día y de sus realidades. Esto afectó a cada una de una manera particular y no dejan de ser nenas o adolescentes", concluyó.