Último adiós: despidieron en Lomas al chico que murió ahogado en Mar de Ajó
SERGIO ACUÑA. El adolescente de 15 años fue velado en Banfield y sepultado en el Cementerio Municipal de Lomas.
Familiares y amigos de Sergio Acuña, el joven de Lomas de Zamora que murió ahogado en Mar de Ajó, lo despidieron anoche en una casa velatoria de Banfield y le dieron el último adiós esta mañana.
El cuerpo del chico de 15 años había sido trasladado desde Pinamar, lugar en donde había sido hallado por un turista a 80 metros de la orilla. La familia lo reconoció en la morgue y realizó los trámites correspondientes para traerlo directamente a Lomas lo antes posible y poder despedirlo. El recorrido terminó el martes por la tarde.
Según pudo averiguar La Unión, el velatorio de Sergio se realizó ayer a las 19 horas en la casa de sepelios ubicada en Uriarte al 1200, en Banfield Oeste. El último adiós fue este miércoles por la mañana, cuando lo enterraron en el Cementerio Municipal de Lomas.
El triste desenlace de Acuña ocurrió el viernes en Mar de Ajó, lugar donde vacacionaba con su familia y amigos. Se metieron todos juntos al mar hasta que una ola golpeó a Sergio, le hizo perder la estabilidad y se lo llevó. La gente que estaba con él pidió ayuda al personal de seguridad de la playa y a los guardavidas, quienes fueron de inmediato a tratar de salvarlo, pero lamentablemente no llegaron a tiempo y lo perdieron de vista.
Brisa, hermana de Sergio, había relatado a La Unión el momento en que el adolescente de 15 años fue arrastrado por la corriente: "Yo estaba con los hermanos de mi pareja y mi pareja. Estábamos juntos, cerca, no estábamos lejos. Yo le dije a él 'vení que está feo el mar, vamos a salir' y él nos dijo 'pará, ahí voy'. A él se lo llevó una ola grande que a mí casi también me lleva, pero mi pareja me agarró".
El cuerpo apareció el lunes a 50 kilómetros de donde Sergio se ahogó. Fue visto por un turista que navegaba en una moto de agua en la zona de La Frontera de Pinamar. Aparentemente, el joven murió ahogado en Mar de Ajó y luego la corriente lo arrastró durante los tres días que estuvo desaparecido.