La veterinaria de la Unidad N°40 cumplió cinco años
Por los animales. El proyecto fue creado para favorecer la reinserción social de las personas privadas de la libertad y para ayudar a la población canina sin un hogar.
En el marco de las actividades que se desarrollan en la Unidad N°40 de Lomas, se recordaron los 5 años del proyecto ligado a La veterinaria, que fue creado para favorecer la reinserción social de las personas privadas de la libertad.
Se desarrolló un encuentro para recordar los inicios del proyecto de atención veterinaria de los cursos de capacitación de "auxiliar veterinaria".
La iniciativa nació en 2018 ante la problemática del ingreso de perros sin hogar provenientes de zonas linderas a la Unidad Nº40.
Fue en ese momento que se empezó a trabajar en una posible respuesta ante esa situación, ya que esto generaba peleas permanentes entre perros por defender el territorio, por conquistar hembras en celo generando una falta de control en la población canina que iba en aumenta debido a la reproducción de las hembras.
Así fue como comenzó a formalizarse el proyecto de atención veterinaria, junto al interno Hugo, quien ya colaboraba con las tareas de cuidado de estos animales. Después se sumó a la iniciativa el veterinario Eduardo Riccieri.
Fue el profesional quien comenzó a concurrir semanalmente al penal a dar clases de "auxiliar veterinaria" a un grupo de seis mujeres y varones detenidos.
Dicha capacitación constaba de una parte teórica de conocimientos generales y una práctica donde presenciaban castraciones y vacunaciones llevadas adelante por el profesional veterinario.
Pero fue a partir de este año que se incorporó a la iniciativa la veterinaria Lorena Campos, la cual concurre quincenalmente al establecimiento penal donde funciona este espacio exclusivo reacondicionado donde se llevan a cabo las prácticas veterinarias, incluidas las castraciones que necesiten los animales.
El objetivo de La veterinaria brinda respuestas a las necesidades de la población canina, reside en su finalidad terapéutica sobre las personas que cumplen una condena, ya que las responsabilidades y las actividades de cuidado asociados con una mascota son vínculos con una realidad, que de otro modo podría estar ausente en una persona institucionalizada.
Pero fue a partir de este año que se incorporó a la iniciativa, la veterinaria Lorena Campos, la cual concurre quincenalmente al establecimiento penal donde funciona este espacio exclusivo reacondicionado donde se llevan a cabo las prácticas veterinarias, incluidas las castraciones que necesiten los animales.
Además, la compañía de los animales también proporciona a la persona un escape para demostrar su capacidad de compromiso, no sólo con las tareas que requiere el cuidado del animal, sino también con este ser vivo que confía en él.
Según los datos estadísticos, son 33 perros los que han sido castrados, con vacunación antirrábica al día y desparasitados distribuidos en distintos sectores de la Unidad, y el interno Hugo se encarga diariamente de revisar los recipientes de agua, atender las emergencias y mantener a toda la población atendida y cuidada.
Esta actividad es coordinada por el Área de Género de la Unidad Nº40 a cargo de la Licenciada Verónica Loyola quien desarrolla estos espacios con fines terapéuticos. También el área está integrada por la médica veterinaria Lorena Campos acompañada del interno Hugo y el grupo de egresadas de "Auxiliar veterinaria" de este año.
"Este proyecto permitió asumir responsabilidad por un animal, lo que les enseña a respetar y apreciar otras formas de vida. Al mismo tiempo, se proporcionan oportunidades de educación y el aprendizaje de nuevas destrezas y, al lograr esto, desarrollar la confianza en sí mismos y sentirse útiles", concluyó la coordinadora del espacio licenciada Loyola.