Diseñó un álbum y figuritas para tomar un examen: la mayoría aprobó
SE HIZO VIRAL. Cristian Quillotay tomó un recuperatorio con la temática del Mundial: captó la atención de los alumnos y, sobre todo, se aseguró de que aprendan los contenidos.
Un método evaluativo del docente lomense Cristian Quillotay (30) se hizo viral en los últimos días y revolucionó las redes: utilizó el fervor del Mundial y el entusiasmo de las figuritas y los álbumes para tomar un recuperatorio y captar la atención de sus alumnos. La experiencia fue más que positiva: la mayoría de los estudiantes logró aprobar el examen. El profesor dialogó con La Unión y contó cómo se le ocurrió la idea, la reacción de los alumnos y destacó la importancia del ingenio en el ámbito escolar.
El episodio sucedió la semana pasada en el Instituto Nuestra Señora de Luján, uno de los ocho establecimientos donde el profesor de química da clases. Es que, al tomar una prueba de nomenclaturas de compuestos binarios, la mayoría del curso desaprobó. Al buscar la manera de llevar adelante el recuperatorio, se le ocurrió poder fusionar los contenidos de la materia con el Mundial de Qatar 2022, un tema que actualmente está en la boca de todos no solo por lo deportivo, sino por el boom que generó el álbum y las figuritas.
"La noche anterior al recuperatorio no podía dormir porque me la pasaba pensando de qué manera podía revertir la situación. Quería innovar para atrapar la atención de los chicos, ya que de la manera convencional tuve resultados negativos, y se me vino a la cabeza la repercusión que hay con las figuritas y la escasez para conseguirlas", empezó a explicar el docente, que ejerce la profesión desde 2014.
La noche anterior al recuperatorio no podía dormir porque me la pasaba pensando de qué manera podía revertir la situación. Quería innovar para atrapar la atención de los chicos, ya que de la manera convencional tuve resultados negativos, y se me vino a la cabeza la repercusión que hay con las figuritas y la escasez para conseguirlas
Así fue que el examen fue adaptado pedagógicamente: el docente imprimió un álbum para cada alumno y sus respectivas figuritas: la tarea que debían llevar adelante los alumnos era relacionar las nomenclaturas, escritas en las páginas del álbum, con las fórmulas moleculares correctas, representadas en las pegatinas.
En menos de 24 horas, Cristian logró diseñar la portada del álbum, modificada con los elementos característicos de la materia (con la tabla periódica y el recipiente de Erlenmeyer), y las seis hojas del interior. Las figuritas también fueron creadas por el docente, dejando en claro su motivación para poder ayudar a sus alumnos a aprender los contenidos del examen.
La tarea que debían llevar adelante los alumnos era relacionar las nomenclaturas, escritas en las páginas del álbum, con las fórmulas moleculares correctas, representadas en las pegatinas.
"Todos los alumnos estaban sorprendidos, inmediatamente reconocieron el formato del examen. Los noté muy contentos y les pareció una idea original, incluso todos hicieron la prueba y la mayoría obtuvo buenas notas", aseguró Quillotay, feliz de que su innovación haya tenido los resultados esperados.
"Con esto, sé que ellos aprendieron. El compromiso es el éxito académico y eso lo rescato como positivo", dijo Cristian, que rápidamente aclaró que los alumnos, para hacer el examen, tenían que haber estudiado de todas formas. "El reconocimiento más grande que uno puede recibir, al margen de los directivos, los colegas y la sociedad, es el de los propios alumnos, cuando ellos reconocen tu labor", dijo.
Con esto, sé que ellos aprendieron. El compromiso es el éxito académico y eso lo rescato como positivo. El reconocimiento más grande que uno puede recibir, al margen de los directivos, los colegas y la sociedad, es el de los propios alumnos, cuando ellos reconocen tu labor.
Al ser consultado sobre los métodos innovadores para poder evaluar, Cristian fue claro y dijo estar a favor, aunque rápidamente sostuvo que los exámenes convencionales no deben dejarse de lado: "A veces, no siempre, hay que apelar a la impronta creativa. Los procesos de evaluación son procesos de aprendizajes y hay que elaborar estrategias para lograr la finalidad, que es que el chico aprenda. Pero, no hay que abandonar los métodos convencionales porque son los usados en distintos ámbitos académicos, fuera de la escuela secundaria".
"La materia que doy me permite innovar constantemente. Suelo hacer experiencias de laboratorio en escuelas donde no lo hay, con elementos rudimentarios y mucho ingenio. Sé que se van a venir nuevas cosas", cerró Cristian, entre risas.