Dejó plasmado el surrealismo en las calles de Lomas
AHORA VIVE EN ESPAÑA. El muralista Luciano Elías intervino varias persianas de locales, dejando su huella con colores saturados. Además, crea personajes como monstruos y dragones.
El maravilloso mundo del surrealismo, estampado zona Sur y de España. Luciano Elías (34) es un artista fanático de los colores saturados y de dejar volar la imaginación para llevar a cabo su trabajo. Desde muy chico supo que el arte iba a ser parte fundamental de su vida y se empezó a involucrar en trabajos de grandes dimensiones: en Lomas intervino persianas con increíbles diseños, adaptados a clientes lomenses de distintos locales, aunque también se caracteriza por inventar personajes a través de objetos.
Si bien Luciano nació en Lanús, él mismo dijo que "prácticamente vivió en Banfield" ya que durante la adolescencia se la pasó en Lomas, donde hizo la escuela secundaria e incluso con sus amigos fundó una banda de rock llamada "La Tapera".
Luciano se dio cuenta desde muy pequeño de que le gustaba dibujar: "Miraba dibujos animados con un cuaderno y un lápiz a mano para poder copiar los personajes. Era lo que más disfrutaba". Así fue que, por decisión de sus padres, a los 11 años empezó a asistir a la Escuela de Dibujo "Luis Ordoñez" en Lanús, mientras que la secundaria la realizó con orientación en Arte y diseño.
Miraba dibujos animados con un cuaderno y un lápiz a mano para poder copiar los personajes. Era lo que más disfrutaba.
"Cuando terminé el colegio fui a la Universidad Nacional de Artes. En 2015, gracias a las docentes Cristina Minacori y Adriana Marino, intervine mi primer mural en la Agencia Nacional de Materiales Controlados, ex Registro Nacional de Armas de la República Argentina, que tenía como temática la concientización sobre el desarme", rememoró sobre sus inicios, donde supo detectar de que el muralismo iba a ser un estilo de vida, aunque con su propio estilo, ya que le gusta mucho los trabajos de fantasía y todo lo que tenga que ver con una creación propia, con monstruos, dragones y colores saturados que llamen la atención de la gente que aprecie cada obra.
Estaba claro y a la vista de que dibujar y pintar en una hoja de un cuaderno no era lo mismo que hacerlo en espacios muchos más amplios. En 2016 se perfeccionó con "Wharholiana", una artista que le enseñó los secretos de llevar a cabo arte en grandes dimensiones a través de la práctica. "También conocí a Javier Ochipintti, que era asistente de Martín Ron, de quien aprendí muchísimo. Tuve la posibilidad de trabajar junto a Ron en un par de murales", relató.
Tuve la posibilidad de trabajar junto a Martín Ron en un par de murales.
"Después decidí dejar todo y largarme por mi cuenta, buscando mis propios clientes", dijo Luciano. En 2017 pintó por primera vez en Banfield, en una persiana de un local que está ubicado en Alsina, entre Rincón y Talcahuano. A partir de allí hizo innumerables intervenciones en Lomas: una casa de lubricentro, una óptica, una barbería, un local de estética vehicular, una verdulería, una dulcería y una casa de deportes son algunos ejemplos.
"En mi Instagram tengo muchos trabajos que tienen que ver más con el estilo libre, todo lo que sale de mi cabeza sin filtro. Me gusta conectar con el subconsciente, manchar la pared y, de esa figura, buscar una forma para armar un personaje o una escena", explicó Luciano sobre su técnica a la hora de hacer murales o intervenir persianas, todo con pincel y esmalte al agua (aunque algunas veces también se inclina por los aerosoles).
El año pasado, Luciano y su pareja se fueron a vivir a Europa, más precisamente a España, donde ya tuvo la posibilidad de intervenir murales libres y de demostrar todo su talento.
"En mi tiempo libre, si no me encuentro pintando, seguro estoy con la guitarra. Me gustaría poder vivir exclusivamente del arte, que es fundamental en mi vida", cerró Luciano, muy feliz y orgulloso de su labor.