Martín Ruiz, 38 años como pediatra y un legado para toda la vida
UNA EMINENCIA LOCAL. El "Batman del Gandulfo" empezó a despedirse del hospital ya que se jubilará, aclaró que "debe venir gente nueva" y que estudiará para ser profesor universitario.
Una eminencia en pediatría ya comenzó a recorrer la recta final de su trabajo en el Hospital Gandulfo: el médico Martín Ruiz (64), especialista en neumonología, está próximo a retirarse de sus servicios e hizo un repaso de lo que fue su labor desinteresada. El "Batman del Gandulfo", como lo llamaban muchos de sus pacientes, contó qué es lo más lindo que se lleva de la profesión, el cariño de los vecinos y el legado que deja en la institución pública, sin antes aclarar que estudiará para ser profesor universitario, con el fin de enseñarles a las nuevas generaciones.
Martín Ruiz es médico pediatra hace 38 años y, cuando se recibió (en 1983) quiso volcarse a una especialidad. "Me terminé decidiendo por ser neumonólogo ya que de chico tuve asma y eso me marcó", contó Ruiz sobre la especialización que hizo, graduándose en 1991 en la Universidad de Buenos Aires.
Al ser consultado sobre los aspectos positivos de su trabajo, no lo dudó ni un segundo y dijo, entre risas: "Lo que más me gustó de la profesión es que me dio la posibilidad de tener un millón de amigos. Siempre trabajé en el mismo lugar, soy como Bochini en Independiente". Luego agregó, con total convencimiento: "No hay nada más lindo que trabajar con niños".
Lo que más me gustó de la profesión es que me dio la posibilidad de tener un millón de amigos. Siempre trabajé en el mismo lugar, soy como Bochini en Independiente. No hay nada más lindo que trabajar con niños.
Pero, como toda labor, también existen momentos agridulces: "Los sueldos de los médicos son muy bajos y eso es un aspecto negativo, pero si hablamos del trabajo, sin duda, el momento más complejo fue la pandemia porque nadie se la vio venir, pero por suerte todos nos pusimos a disposición para ganar la batalla".
El consultorio de Ruiz está lleno de figuras de Batman y su compañero inseparable Robin. Es por eso que muchos pacientes lo comenzaron a llamar el "Batman del Gandulfo", a tal punto de tener su máscara y su propia bata con el escudo del reconocido superhéroe. "Es un personaje que me gusta mucho desde chico, pero no me creo un superhéroe. Sé que el apodo me lo gané gracias al cariño de la gente e incluso me dan regalos, debo tener como 100 tazas de Batman y todos los días de mi vida me llegan obsequios nuevos", contó, muy agradecido por todo el amor que recibe de los pacientes.
Sé que el apodo me lo gané gracias al cariño de la gente e incluso me dan regalos, debo tener como 100 tazas de Batman y todos los días de mi vida me llegan obsequios nuevos.
Martín explicó que el momento de la jubilación se acerca y, pese a no tener la fecha exacta, estima que pueda llegar a darse en diciembre: "Tengo en claro que los ciclos se cumplen y que debe venir gente nueva, con energía renovada. Creo que dejo mi legado en el neumonólogo Christian Solla, un chico que es muy buena persona y que espero que pueda hacer todo lo que hice yo, sé que es muy capaz".
De todas formas, ya adelantó que no descansará: se pondrá a estudiar nuevamente en la Universidad de Buenos Aires para recibirse como profesor universitario. "El que es médico muere médico", cerró.