Cumplió 105 años rodeada de su familia en Banfield
Centenaria. Laura Leonarda Brid de Troccoli puede ser la vecina con más años de Lomas. Asegura que no deja de tomar su copita de vino tinto y es fanática de los dulces.
Con una reunión familiar se festejó ayer el cumpleaños número 105 de Laura Leonarda Brid de Troccoli, la vecina que vive en Banfield y asegura que su secreto es tomar una copita de vino tinto y algo dulce porque siempre fue muy golosa.
Laura nació en Azul el 7 de julio de 1917, pero se trasladó a Lomas en el año 1954, fue docente, tiene dos hijos varones, tres nietos y seis bisnietos.
Según su familia, Laura siempre ha sido muy coqueta: "Ayer se pintó los labios y se arregló para la ocasión. Hace un año atrás hasta iba a la peluquería todas las semanas, pero ahora le cuesta movilizarse así que lo dejó de hacer, pero ella de la cabeza está perfecta", contó Pochi que es la nuera de Laura.
Tan coqueta es que siempre pide que le regalen ropa porque su frase de cabecera es: "No tengo nada para ponerme".
Durante el festejo de ayer en su casa ubicada en Banfield se encargó de estar muy atenta a sus invitados, que a nadie le falte nada, ni la comida y mucho menos no permitió que a nadie se le enfríe el té.
"Ella tiene sus días buenos. Justamente ayer estuvo muy lúcida. Su cabeza está bien, pero no puede movilizarse sola y tiene algunos problemas de audición", contó la nuera en diálogo con La Unión.
Laura toma muy poca medicación por día y come lo que tiene ganas: "No le puede faltar su vinito y ama los dulces. A veces no quiere comer la comida, pero cuando llega el postre siempre quiere probar".
La centenaria vecina de Lomas llegó a ser vicedirectora de la Escuela N° 49 de Banfield y aseguran que ella siempre fue muy amiguera.
No le puede faltar su vinito y ama los dulces. A veces no quiere comer la comida, pero cuando llega el postre siempre quiere probar.
"Se juntaba siempre con su grupo de amigas que lamentablemente ya fallecieron todas, pero con ese grupo iban juntas a todos lados", recordó Pochi sobre su suegra.
Su marido fue un escribano de la zona, pero quedó viuda en 1989 y aún le queda una hermana que vive en Azul y tiene 95 años.
"Capaz que es el último cumple", dijo Laura con su humor particular que siempre la caracterizó, como aseguró su familia.
Sus seres queridos la acompañan y la ayudan para que ella siga haciendo lo que le gusta y disfrutando de las pequeñas cosas de la vida. Vive con uno de sus hijos en Banfield, en ese barrio que la adoptó desde hace tanto tiempo.