Un Lomas muy distinto
De puño y letra. Siglos atrás, antes de la llegada de los conquistadores a América, en este sector de la pampa húmeda uno podía encontrarse con un puma en lo que hoy es la puerta de su casa.
Los incendios en Corrientes mantuvieron en vilo al país durante semanas. El fuego fue devastador: más de un millón de hectáreas arrasadas -un 12% de la superficie de la provincia-, en una pérdida dolorosa e irreparable de vegetación y animales.
Sucesos como este, aunque tristes y casi siempre evitables, terminan definiendo el futuro del ecosistema: es que la mano del ser humano modifica todo a su paso. De hecho, la flora y la fauna de la zona en la que vivimos hoy era muy diferente un tiempo atrás.
Una de las cosas que más me sorprenden cuando tengo la suerte de irme de viaje a un destino que incluya naturaleza es la cantidad de animales que existen en el mundo y no conocemos. Lo más raro con lo que nos podemos encontrar en Lomas de Zamora sería un tipo de pájaro, alguna lagartija que busca insectos o un murciélago en el taparrollos de la cortina.
Pero siglos atrás, antes de la llegada de los conquistadores a América, en este sector de la pampa húmeda uno podía encontrarse con un puma en lo que hoy es la puerta de su casa. A fines del siglo 19, cuando el distrito que habitamos se empezó a poblar, los animales típicos eran ñandúes, patos, garzas, gaviotines, perdices, peludos, cuises,tucotucos, gatos monteses, zorros e iguanas.Algunos siglos antes, sin embargo, por nuestro suelo se movían también guanacos, pumas y hasta jaguares.
La flora también era mucho más variada. Según los libros de la época, en los alrededores del Riachuelo se solían ver sauces colorados, sarandíes negros, ceibos, juncos y duraznillo blanco. En las lomadas las especies eran más variadas, incluyendo enredaderas de mburucuyá y zarzamora, ñapindá, algunos cactus y bosques de talas y espinillos.Las plantas y arbustos característicos eran abelias, aljabas, alteas, azareros, ciruelos de adorno, coronas de novia, coronas de ángel, forolitos japonés, granados de jardín, jazmines, lantanas, laureles, lilas, magnolias lilas, membrilleros de adorno, nadinas y rosas chinas.
Con la fundación de nuestro partido, las olas inmigratorias y la todavía imparable urbanización, el paisaje de Lomas fue cambiando de forma abrupta, especialmente a partir del arbolado. El mismo implicó la llegada de diversas especies foráneas que se lograron adaptar a nuestra tierra y hasta desplazaron a las anteriores. Las que más se ven en nuestras plazas y veredas son plátanos, álamos, paraísos, fresnos y casuarinas.
Lo mismo, salvando las distancias, ocurrió con los animales: ya no se ven pumas, jaguares ni guanacos en las calles del barrio. Ahora, em cambio, uno se puede encontrar con el perro o el gato del vecino. Pensándolo bien, resulta tranquilizador...