Con solo 15 años, ya forma parte del cuerpo de Bomberos de Lomas
Vocación pura. Pilar Rodríguez Pérez heredó la pasión de su papá, encargado del destacamento de Llavallol. Anhela llegar a los 18 para salir a la calle ante una emergencia.
"Desde que tengo uso de razón quise ser bombero", es lo primero que dice Pilar Aylén Rodríguez Pérez, de Llavallol. Y sus convicciones son fuertes: con apenas 15 años ya es parte del cuartel lomense.
Hace más de tres años entró al cuartel junto a la primera camada de brigadistas mujeres y asegura que desde ese entonces está ansiosa por salir ante una emergencia. "En una semana paso de brigadista a cadete y cuando cumpla los 18 ya puedo salir a la calle", explicó la menor que el miércoles que viene cumple los 16.
Pero para Pilar estar en contacto permanente con los bomberos siempre fue parte de su vida: su papá lleva 29 años de trayectoria como voluntario en el Cuartel de Llavallol. "Cuando nací me llevaron primero al cuartel que a mi casa porque quedaba de paso", cuenta Pilar sobre ese vínculo que la sigue marcando hasta hoy.
Una vez que sea cadete, Pilar va a pasar al destacamento más cercano a su casa y deberá cumplir 40 horas mensuales de trabajo dentro del espacio de Llavallol que es el que le corresponde a ella.
Cuando nací me llevaron primero al cuartel que a mi casa porque quedaba de paso.
"Siempre quise estar uniformada, recuerdo que yo era muy chica y cuando llegaba mi papá del cuartel, se sacaba las botas y yo enseguida corría para ponérmelas aunque me quedaban enormes", relata entre risas una de las tantas anécdotas vinculadas al mundo de los bomberos.
"Seguir el camino de mi papá que es primer bombero en la familia es un gran orgullo para mí", dice sobre el oficial Ayudante del Cuartel de Llavallol y encargado del destacamento, Sergio Ricardo Rodríguez.
Pero si hay una fecha que recuerda como una de las más especiales de su vida fue cuando el 2 de junio de 2018 se enteró que iba a poder ingresar como brigadista junto a otras chicas: "Se festejaba el Día Nacional del Bombero, mi papá ya sabía que iban hacer el anuncio y yo me puse a llorar de la emoción".
Seguir el camino de mi papá que es primer bombero en la familia es un gran orgullo para mí.
La instrucción se dicta en el Cuartel Central de Lomas todos los sábados. "Mis compañeros son unos genios, nos divertimos, pero también se respetan mucho los momentos de seriedad. Agradezco a la jefatura y los instructores porque nos integraron muy bien y es siempre una linda aventura ir al cuartel".
Respecto al futuro, Pilar además de ser bombera voluntaria se prepara para ser actriz: "Cuando termine la secundaria voy a seguir estudiando. También me gusta mucho bailar y cantar", comenta.
Fusionar sus dos pasiones es lo que pretende Pilar de cara a su vida de adulta. La vocación está clara y las ganas de asistir en una emergencia es lo que más anhela.