Banfield cumple 61 años como ciudad: historias y anécdotas marcadas a fuego

ANIVERSARIO. Guillermo Oller apeló a su memoria para homenajear a su localidad, donde conoció a Cortázar y a Florencio Sola, entre otros grandes: "Banfield tiene un encanto especial".

La ciudad de Banfield cumple este jueves sus primeros 61 años y el vecino Guillermo Oller decidió homenajearla de la mejor manera: contó grandes anécdotas de su vida en la localidad, desde que llegó proveniente de Capital hasta conocer a grandes personalidades como Julio Cortázar, Oscar Alende, Alfredo De Angelis y el propio Florencio Sola. "Banfield tiene un encanto especial, es raro. Banfield tuvo y tiene de todo", resumió, emocionado.

Guillermo Oller llegó a Banfield junto a su familia, todos provenientes de Capital, y ahí comenzó un amor para toda la vida. "Nos instalamos en la calle Carlos Pellegrini, hoy Vergara, al 2047. Esa casa tenía detalles muy artísticos que a mi papá le gustaban mucho porque era profesor de dibujo y de pintura. Cuando la vendió, se convirtió en una envasadora de azúcar y terrones", rememoró Guillermo sobre su infancia, además de su paso por la Escuela Primaria Nº7, en la calle Alsina.

A Julio Cortázar lo conocí en el bar El Sol, donde era habitué porque se sentaba a escribir con su clásico saco color beige, y también lo crucé en una casa que él tenía en French y Alvear.

Al ser un vecino de Banfield de toda la vida, Oller tuvo la fortuna de tratar con grandes personalidades, algunas también ligadas a la ciudad como es el caso del escritor Julio Cortázar: "A Julio lo conocí en el bar El Sol, donde era habitué porque se sentaba a escribir con su clásico saco color beige". Inmediatamente agregó que conoció al médico Oscar Alende, que fue gobernador de Buenos Aires el año que se declaró la ciudad, pero que "era chico y no tenía tanto trato" y que siempre veía al músico Alfredo De Angelis cuando iba al antiguo Club Banfield.

Oller contó, entre risas, una anécdota que compartió con Florencio Sola, quien supo ser presidente del Club Atlético Banfield y por quien lleva el nombre el estadio del Taladro: "El 'Lencho' compró un lechón y lo tenía que llevar a cocinar, pero lo dejó colgado en un barcito que había acá a la vuelta y se lo robaron".

Florencio Sola compró un lechón y lo tenía que llevar a cocinar, pero lo dejó colgado en un barcito que había acá a la vuelta y se lo robaron.

"Acá mismo, donde se encuentra la panadería La Matera, en una época existía una estación de servicio y al lado había un chalet muy lindo donde vivía Carlos Gesell, que luego compró unas playas que se convirtieron en la ciudad turística que lleva su apellido", acotó Abel Calcagno, presidente de la Asociación Cultural Belgraniana de Lomas, que se unió a la conversación para sumar más historias y enaltecer a su querido Banfield.

Guillermo calificó al Banfield de su juventud como "un lugar para descansar, pero que siempre daba la opción de rebuscársela y divertirse". "Una noche, reunidos en un bar llamado El Gallinero en una galería de Maipú al 200, nació el apodo 'gallina' para River. Ellos perdieron la final de la Copa Libertadores con Peñarol y al día siguiente jugaban contra Banfield, acá en el Sur. De este lugar surgió la idea de tirarles una gallina con la franja pintada", reveló Abel, sentado al lado de Oller, para sorpresa de todos.

Banfield tiene un encanto especial, es raro. Banfield tuvo y tiene de todo.

Oller también se acordó de sus andanzas por el Club Buchardo, en la calle Alsina, sede que pasó a manos del Club Atlético Banfield y donde se construirá el museo del club, una confitería y una tienda oficial. "Era un bodegón, los socios del club se juntaban a jugar a las cartas", acotó.

"Banfield tiene un encanto especial, es raro. Banfield tuvo y tiene de todo", cerró Oller. Hay que destacar que los orígenes de la localidad se remontan a 1873 y gracias a la existencia del ferrocarril: la estación de tren se llamó Edward Banfield en homenaje al primer gerente inglés en trabajar en el lugar.