La historia de la panadería que nació a la par de Villa Galicia
EMBLEMÁTICO LOCAL. "La Moderna" funciona desde 1911, mismo año de la creación del barrio. Conserva un horno a leña que ahora funciona a gas, donde cocinan para las Fiestas.
Existe en Villa Galicia un comercio que puede asegurar que empezó a caminar a la par de la fundación de este barrio de Temperley, allá por 1911. La Panadería "La Moderna" es uno de los locales emblemáticos de la zona, con seis horneadas de pan para venderlo caliente. Más allá de las remodelaciones, el espacio está intacto y conserva un horno a leña que ahora funciona a gas para aumentar la producción.
Ubicada en Ituzaingó 1483, la panadería está en el corazón de Villa Galicia. Hernán Santoro (40) es el encargado de este histórico local que comparte calle con otros lugares emblemáticos de la localidad. "Enfrente funcionaba una oficina de correo y la estación de servicio de la esquina es la primera de la zona", empezó a relatar.
El edificio donde estamos se empezó a construir en 1910. La construcción, pese a las remodelaciones por mantenimiento, está intacta. El frente se conserva tal cual, como las persianas y un horno a leña, que databa de ese año y que se reconstruyó en 2014 para que siga funcionando.
La panadería funciona desde 1911, en una coincidencia con el año de fundación de Villa Galicia. "El edificio donde estamos se empezó a construir en 1910. La construcción, pese a las remodelaciones por mantenimiento, está intacta. El frente se conserva tal cual, como las persianas y un horno a leña, que databa de ese año y que se reconstruyó en 2014 para que siga funcionando", detalló el encargado de la panadería.
Dicho horno funcionó a leña hasta 1994, donde se le instaló una conexión a gas para aumentar la producción. Pero, meticuloso, Hernán lo cuida como una reliquia: "Lo usamos solamente para las Fiestas, para la cocción de pandulces y también lechones, ya que una de las tradiciones del barrio es que esta panadería los cocine en este horno de grandes dimensiones". Solamente por citar un ejemplo, en 2015, Santoro llegó a cocinar 65 lechones para distintos vecinos de Villa Galicia.
Las vidrieras, con sus mármoles, también son las mismas desde los inicios, no las quise retocar. Por la historia y por lo que me contaron, somos la panadería más antigua del barrio.
"Las vidrieras, con sus mármoles, también son las mismas desde los inicios, no las quise retocar. Por la historia y por lo que me contaron, somos la panadería más antigua del barrio", reafirmó el panadero.
Al ser consultado por sus productos tan característicos, Santoro explicó que "tratamos de fabricar exquisiteces y de darle a la gente lo que nosotros quisiéramos comer", con materia prima de primera calidad, como la crema, el dulce de leche, la fruta, la harina, margarina y la manteca. "Tenemos cinco tandas de horneadas de pan al día, porque nos gusta vender el pan caliente", explicó.
En pandemia, la remé muchísimo para mantener el negocio y los empleados, arriesgando incluso mi salud para hacer entregas y seguir llevándoles nuestros productos a los vecinos que conozco de toda la vida. Si sigo hablando sé que me voy a emocionar.
Hernán admitió que los meses más duros de la pandemia los vivió a pura incertidumbre: "La remé muchísimo para mantener el negocio y los empleados, arriesgando incluso mi salud para hacer entregas y seguir llevándoles nuestros productos a los vecinos que conozco de toda la vida. Si sigo hablando sé que me voy a emocionar". Muy contundente. Además, Santoro contó que colaboró con muchísimos merenderos y comedores de la zona, en un gesto que le salió de corazón.
"Que nos halaguen los productos es algo que no tiene precio, pero siempre les pido a los clientes que me muestren nuestros errores para seguir mejorando la calidad", dijo, muy feliz con este presente. Para finalizar, Hernán no se olvidó del permanente apoyo de su mujer y sus tres hijos, sostenes claves para que el pueda desarrollarse en este rubro que tanto ama: "Ser panadero es sacrificado, sin ellos no hubiese sido posible".