El vecino que manejó el fútbol argentino
de puño y letra. Valentín Suárez, histórico dirigente del Club Banfield, fue designado en 1949 para manejar los hilos de la AFA tras la huelga de futbolistas de 1948.
Por la pandemia, los calendarios se alteraron como nunca. Varios eventos deportivos fueron pospuestos en 2020 y por eso, en este momento los canales de TV, portales y las redes desbordan de noticias de fútbol, tenis, básquet y más: estamos en plena Copa América, Eurocopa y Playoffs de NBA. Recién pasó Roland Garros y dentro de poco se vienen los Juegos Olímpicos en Tokio.
En Brasil, la Selección abre otra ilusión (y van...). Ojalá que esta vez se pueda dar, después de tantos años esperando un título, en especial por Leo Messi. Se lo merece. Lamentablemente, la larga sequía del fútbol argentino encuentra su explicación más afuera que adentro de la cancha, porque cracks nunca faltaron. No tengo dudas de que los problemas dirigenciales que afectan a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) desde hace años terminan repercutiendo.
Más allá de la gloriosa historia de la celeste y blanca, los inconvenientes fuera de la cancha, queridos amigos de La Unión, no son algo nuevo. Y hay un vecino de Lomas de Zamora que pudo dar fe de ello. Valentín Suárez, histórico dirigente del Club Banfield que dejó una huella imborrable en su paso por el máximo ente del fútbol argentino. Los invito a conocer su historia.
Don Valentín se inició en la administración pública como colaborador de Eva Perón en 1946, en la Secretaría de Trabajo y Previsión. También hizo carrera política como colaborador de Evita en su Fundación, entre 1949 y 1951.
Don Valentín se inició en la administración pública como colaborador de Eva Perón en 1946, en la Secretaría de Trabajo y Previsión. También hizo carrera política como colaborador de Evita en su Fundación, entre 1949 y 1951. Pero su verdadera marca la iba a dejar en el fútbol: también en 1949, Suárez fue designado por el gobierno para manejar los hilos de la AFA y resolver el conflicto que mantenían jugadores y dirigentes tras la huelga de futbolistas de 1948. Mantuvo ese cargo hasta 1953, aunque años más tarde volvió a ocupar el sillón que hoy le pertenece a Claudio Chiqui Tapia. Fue en 1966, cuando el presidente de facto Juan Carlos Onganía lo convocó para encargarle la intervención de la AFA. Suárez, entonces, propuso desdoblar los campeonatos y darles más participación a los clubes del interior. A raíz de aquella decisión fue que se empezaron a jugar los recordados torneos Metropolitano y Nacional.
Don Valentín murió el 28 de octubre de ese mismo año, apenas unos meses después de haber completado su última y mejor obra. Dejar a Banfield en "la A" pareció ser su último legado. Hoy, en el estadio de Peña y Arenales, la tribuna superior que da sobre la calle Gallo lleva el nombre Valentín Suárez a modo de homenaje.
Otro de los grandes proyectos de Valentín a la cabeza de la AFA fue el Nacional B. Sí: pese a que la creencia es que el torneo de ascenso con equipos de todo el país salió de la cabeza de Grondona, su mentor fue en realidad nuestro vecino.
En su querido Taladro tuvo cinco períodos de conducción, siempre exitosos: 1960-1962, 1966-1968, 1972-1974, 1984-1985 y 1991-1993. En su última gestión llevó al club verde y blanco a Primera División, tras ganar el torneo de ascenso en el 93. Señal del destino, Don Valentín murió el 28 de octubre de ese mismo año, apenas unos meses después de haber completado su última y mejor obra. Dejar a Banfield en "la A" pareció ser su último legado. Hoy, en el estadio de Peña y Arenales, que siempre que puedo visito, la tribuna superior que da sobre la calle Gallo lleva el nombre Valentín Suárez a modo de homenaje. Estaría orgulloso del presente del club