En Alemania, Jeremías Ponce dio el golpe y se consagró campeón del mundo
invicto en ascenso. El boxeador de Almirante Brown, que ganó todas sus peleas, superó por puntos al local Rico Müller con un gran actuación y obtuvo el cinturón súper-ligero de la IBO.
Con una solida presentación, Jeremías Ponce venció en fallo dividido al alemán Rico Müller en un combate realizado en Berlín y se consagró campeón súper-ligero de la Organización Internacional de Boxeo (IBO).
El joven de José Marmol dominó la pelea desde el segundo round con una batería de golpes (especialmente el recto) y fue un claro ganador, a pesar de lo que marcador las tarjetas, debido a un insólito empate en 114 que marcó uno de los tres jueces. Los otros dos fallos evidenciaron la supremacía del argentino: 116-111 y 118-110.
De esta manera, el pupilo de la Escuela de Santos Zacarías estiró su impresionante invicto a 25 peleas ganadas (16 por KO) y ninguna perdida, ratificándose como una de las promesas del boxeo nacional.
Ponce, de 23 años, superó con autoridad al alemán y así rompió con los pronósticos de la pelea, ya que el local, con más experiencia (tiene 31 años) y un record de 25 peleas ganadas (18 por nocaut) y -ahora- con tres derrotas, era el favorito.
El sureño derribó ese favoritismo con la fuerza de sus golpes. Lo castigó bastante, especialmente con su derecha, y rápidamente se adueñó del trámite de la pelea. Nunca bajó la intensidad, pegó con la misma vehemencia durante todo el combate, y eso le permitió quedarse con un importante triunfo en un terreno bastante difí