"Mi deseo de volver al ring es muy grande"
Boxeo. La pugilista y presidenta de ABUL añora volver al cuadrilátero. La pandemia postergó sus sueños y afirma que este "es un año perdido". A pesar de todo, junto a su marido Ricardo Cejas, proyectan el día a día y tienen ganas de volver a viajar y radicarse en Australia.
La pandemia hizo estragos por todos lados. La vida cotidiana que uno tenía más o menos ordenada se desmoronó. Las fuentes de trabajo se fueron perdiendo y la economía se hizo sentir más fuerte en cada uno de los hogares. Lejos de quedarse de brazos cruzados mucha gente se reinventó, quizá lejos de continuar con su rutina.
El deporte, por caso, canceló todas sus actividades. Se pasó del entrenamiento en un gimnasio o predio a los ambientes de una casa vía Zoom. Y Camila Heredia, boxeadora de Lomas de Zamora, extraña los fin de semana a pura adrenalina en un cuadrilátero.
"Mi deseo de volver al ring es muy grande, ya que este año y el próximo quería hacer bastantes peleas amateurs para después debutar en el profesionalismo. Siento que es un año casi perdido. Mi marido (Ricardo Cejas) que es profesional buscaba pelear por un título. Estamos entrenando entre nosotros y a veces salimos a correr", manifestó Camila en diálogo con La Unión, acerca de cómo la cuarentena le fue quitando sus sueños.
Y en ese sentido añadió: "Todo esto me quitó continuidad en mi rutina deportiva y laboral porque entrenar en casa no es lo mismo que hacerlo en un gimnasio, ir a correr todos los días, hacer dos turnos, dar clases, hacer crossfit otras dos veces por semana. Además de tener a tu entrenador exigiéndote día a día y cuidarte en las comidas".
La solidaridad de la gente ante cualquier eventualidad sale a escena casi por naturalidad. Camila y su familia, con la ayuda de Edgardo Pizarro organizan ollas populares los martes. "La semana pasada, gracias a Nación, conseguimos las vacuna de la gripe y neumonía y se las suministramos a más de 60 personas que aún no las tenían", cuenta Camila.
Junto a su marido abrieron una pizzería en su casa, pero además de este emprendimiento familiar, Ricardo está haciendo trabajos de albañileria "porque está muy difícil la economía del país", acota la pugilista. "De chico trabajaba como ayudante de albañil, se da mañas para esas cosas. Su amigo Damián (El Tano), le dio una mano con todo esto, le enseñó un montón de cosas. Así que cerramos el negocio a las dos de la mañana, se levanta a las siete, vuelve y le pone todas las ganas para poder entrenarnos a la par en casa".
Esta rutina llevó a que pensaran en cambiar de aires. Gracias al boxeo, en 2017 vivieron tres meses en Australia. El sueño de volver al país rodeado por los océanos Índico y Pacífico está intacto. "Volveríamos por trabajo y deporte, ya que acá tenemos que reinventarnos día a día, tener tres trabajos y entrenar. En Australia con un solo trabajo tenés tiempo para dedicarte al deporte y llegas a fin de mes. Alcanza para cubrir tus necesidades, también el tema de la inseguridad, cada vez que salgo a correr no sé si vuelvo", dijo la presidenta de ABUL (Asociación de Boxeadores Unidos de Lomas de Zamora).