Lomas: escribe por hobby y ya tiene más de 50 historias de jugadores de fútbol
Pasión por la pelota. Víctor Belchior escribe cuentos de ficción sobre futbolistas reales en situaciones verosímiles. Fanático de Boca y ex vecino de Villa Galicia, encontró inspiración en personajes del barrio y ahora trabaja en un relato sobre Cristiano Ronaldo que llegará a sus manos.
Cuando tenía apenas cinco años, Víctor Belchior se encontraba escribiendo las primeras líneas de una historia. A modo autodidacta, fue puliendo su técnica con el correr del tiempo y, mezclando pasión con talento, ya tiene más de 50 cuentos editados.
Su estilo es bastante particular. “Portu”, como lo conocen los más cercanos, escribe sobre futbolistas de la vida real. Su fanatismo por Boca lo interpela un poco ya que la mayoría de sus cuentos son sobre jugadores que vistieron la azul y oro pero también tiene alguna historia sobre jugadores de Independiente o personalidades del barrio Villa Galicia, en Temperley, el que le vio nacer y crecer.
Empresario del mundo hotelero, escribe por hobby pero apunta a llegar lejos: por estos días terminó un cuento sobre Cristiano Ronaldo y, aprovechando algunos contactos, hará que el relato llegue a las manos del crack portugués. “Soy hijo de portugueses y tengo un vínculo con el país. De ahí surgió mi idea de escribir sobre él y, a través de una persona que conoce a gente de Juventus, voy a hacerle llegar el relato. Habla de cuando él era chico y yo soy parte del cuento, haciendo un poco de confesor de la historia de su papá. Espero que le guste”, deseó.
¿Cómo empezó todo esto? “Después de escribir un primer libro, se me cruzó la idea de hacer cuentos donde haya un futbolista reconocido como parte de una historia de ficción que puede ser un drama u otro género. En esas historias, a veces el jugador es el protagonista y otras veces es alguien lateral a la misma que, quizás, tiene que ver con un hincha o con alguien alrededor de él”, comentó Víctor.
Fanático de Boca, este vecino de Bernal puso el ojo en las glorias del club de sus amores y tomó ‘como modus operandi’ el contactarse previamente con ellos. “Indago todo sobre el jugador. Salvo que sea una mega estrella, trato de charlar con él ‘off the record’ para conocer su vida, su niñez, sus ilusiones de chico, su primera vez en una cancha o sus ídolos deportivos porque lo que está en Wikipedia lo busco y lo conocemos todos. A partir de esos elementos se me ocurren las historias de ficción”, contó.
Entre esos 50 relatos cortos escribió sobre todos los ídolos de la Bombonera: “El Mono” Navarro Montoya, Fabián Carrizo, “el Peruano” Melendez, Jorge Bermúdez, Norberto Madurga, Sebastián Battaglia, “el Chino” Benítez, Juan Román Riquelme o Martín Palermo. Incluso, en la presentación de este último, contó con un mensaje grabado sorpresa por el “Loco” agradeciéndole la iniciativa.
“La recepción de los jugadores es maravillosa porque estas historias les tocan la fibra íntima. El futbolista está acostumbrado a reportajes acartonados y yo les pido el nombre del padre, la madre, en qué calle vivía, quién era la vecina. La realidad es que tengo más anécdotas a posteriori que con el cuento en sí mismo”, detalló, entre risas.
Su vínculo con Villa Galicia se ve reflejado en varios momentos de su vida. Además de haberse criado en Güemes e Iriarte, y mantener una relación constante con el Club Ituzaingo y sus amigos, también escribió sobre personajes locales. Uno de ellos es Luisito, histórico vecino fanático del Taladro que se encargaba de reparar pelotas de fútbol y alquilar camisetas para los chicos.
“Era un señor discapacitado, súper fanático de Banfield y todos los pibes del barrio íbamos a arreglar las pelotas a su casa. Con su silla de ruedas, siempre estaba atrás del arco, en la tribuna Valentín Suarez, agarrado del alambrado. Y eso me inspiró a escribir”. “Me fui físicamente del barrio hace muchos años pero siempre volví. Voy a los aniversarios del club y tengo un hilo que me mantiene unido a mis raíces”, conclu