Acusado de dejar ciega a mujer por golpes desistió de defensa
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El Tribunal platense que juzga a Carlos Goncharuk por los golpes que propinó a Susana Gomez hasta dejarla ciega, decidió hoy reiniciar el debate el próximo lunes, ya que el acusado desistió de la defensa oficial, hecho que una especialista consideró "una estrategia típica de los violentos para conseguir una reducción de la pena".
El imputado dijo a la jueza Carmen Palacios Arias, del Tribunal Oral Criminal Número 5 de La Plata, que recibió amenazas, que "ya se sentía juzgado por la prensa y la opinión pública", por lo que "no necesitaba una defensa".
Susana Gómez realizó, en 9 años, 14 denuncias a Goncharuk por los reiterados maltratos del hombre, quien violó todas las órdenes de restricción para acercarse a la víctima, y que en la última golpiza, le provocó un desprendimiento de retina y problemas irreparables en el nervio óptico que la dejaron ciega.
Ante la declaración del acusado, la defensora oficial Cecilia Sicard dejó su función y la jueza resolvió continuar el debate el próximo lunes, tiempo previsto para que elija a otro defensor oficial o particular.
Por su parte, el fiscal Fernando Cartasegna, sostuvo que el hombre "no era consciente de los hechos" que había protagonizado, por lo que pidió "una pericia psiquiátrica", a lo que la magistrada accedió.
"La victimización del agresor es una estrategia frecuente. Alegan estado de emoción violenta, ya que ello les permite alcanzar una reducción de la pena. Preocupa que sea el fiscal quien tome este argumento en un caso de violencia con más de una decena de denuncias previas al acto hoy enjuiciado", señaló a Télam la abogada Norma Chiapparrone.
La profesional, secretaria general de la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas agregó que "esto revela una justicia que, no sólo carece de perspectiva de género para procesar estos casos, sino que introduce el neomachismo versión aggiornada del patriarcado más violento: si bien debe admitir que existe una víctima mujer hace causa común con el agresor varón".
Aseveró además que se trata de una situación de "violencia institucional" y consideró que "es inadmisible alegar estado de emoción violenta, salvo complicidad del aparato estatal en el procesamiento de estos casos".
Además, en la jornada de hoy, Dario Witt, presidente de Casa Abierta María Pueblo, ONG que asiste legalmente y acompaña a la mujer en el proceso, dijo a Télam que "mientras esperaba para prestar testimonio como testigo, me crucé con este señor Goncharuk, cuando salía de la sala; me escupió y me dijo:`cuidate hijo de puta que te voy a matar`".
El abogado y titular de la institución adelantó que solicitará una pena de 10 años, la máxima que prevé la legislación para este tipo de ca