“El Mago de Oz” vuelve con sus mitos urbanos a cuestas
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Dorothy, el espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde son los protagonistas de este film de culto de 1939 y que se reestrena hoy en las salas argentinas. Un repaso por las leyendas que rodearon al rodaje.
Hoy se reestrena en las salas argentinas “El Mago de Oz”, estrenada originalmente allá por 1939 y que con el paso del tiempo se fue transformando en un clásico y también en una película de culto, que fue más allá del universo infantil para el que fue ideado. El film fue dirigido por Victor Fleming, y también rotaron en esta función Mervyn LeRoy, Richard Thorpe y King Vidor. La película está basada en la novela infantil de L. Frank Baum “El maravilloso mago de Oz”. Al momento de su estreno, hace casi ocho décadas, las adaptaciones literarias en el cine no eran tan habituales como ocurre actualmente, y mucho menos convertidas en musicales. El elenco de este clásico inoxidable lo integraban Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger, Jack Haley, Bert Lahr, Billie Burke y Margaret Hamilton. La joven Judy Garland se metió en la piel de la huérfana Dorothy Gale, una pequeña con una imaginación vívida que ingresa en el fantástico Mundo de Oz, donde encuentra maravillosos amigos y derrota a una temible bruja.
Dorothy, que sueña con viajar “más allá del arco iris”, ve su deseo hecho realidad cuando un tornado se la lleva con su perrito Toto al Mundo de Oz. Pero la aventura sólo acaba de comenzar: tras ofender a la Malvada Bruja del Oeste, aconsejada por la Bruja Buena del Norte, la niña se dirige por el Camino Amarillo hacia la Ciudad Esmeralda, donde vive el todopoderoso Mago de Oz, que puede ayudarla a regresar a Kansas. Durante el viaje, se hace amiga del Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde. El Espantapájaros desea un cerebro, el Hombre de Hojalata quiere un corazón, y el León, el coraje que le falta. Convencidos de que el Mago también los puede ayudar a ellos, deciden unirse a Dorothy en su odisea hasta la Ciudad Esmeralda.
“El Mago de Oz” es un clásico emblemático que captura a la perfección la magia de los cuentos de hadas. Una historia de esas que, al pasar los años, sigue cosechando fans con cada nueva generación, a pesar de las 16 secuelas que tuvo el film original.
El lado oscUro. El rodaje de “El Mago de Oz” está plagado de leyendas y mitos urbanos por doquier. Al margen de la rotación de directores, durante la filmación de la escena donde Dorothy, el Espantapájaros y el Hombre de Hojalata siguen su camino en busca del Mago de Oz, al fondo en los árboles hay algo extraño, parece un hombre ahorcado y colgado en uno de los árboles. La historia fue desmentida, pero algunos la siguen creyendo. Además, el Hombre de Hojalata iba ser interpretado por Buddy Ebsen, pero debido al cobre de su maquillaje, tuvo que ser hospitalizado en estado grave debido a una intoxicación. Finalmente, fue sustituido por Jack Haley, al que le pusieron un revestimiento para protegerlo. Por otra parte, la actriz Margaret Hamilton, que interpretaba a la Bruja del Oeste, también sufrió una intoxicación con su maquillaje verde. Por otra parte, el mito dice que el pelo del León Cobarde era la cabellera de un ejemplar y no un producto de utilería. También dicen por ahí que el piso de arriba de la filmación, donde se grabada la música, se rompía y pianos caían lastimando a los actores. Ah, el perro Totó tampoco se salvó y fue pisado por un extra que hacía de guardia y estuvo semanas recuperándose, aunque afortunadamente no falleció.