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"Pictogramas en Diálogo", una acción urbana que cuenta las experiencias de mujeres migrantes

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Unas 30 mujeres migrantes que viven en Buenos Aires presentaron el martes en el Instituto Goethe una serie de pictogramas que se instalaron en varios espacios publicitarios de la ciudad.

La muestra es para invitar a "reflexionar sobre las dificultades que enfrentan quienes dejan sus países de origen" y "cuestionar los prejuicios que existen hacia los extranjeros", explicaron los organizadores.

"Sin documentos me explotan", "No soy ladrona", "¿Diferentes?", son algunas de las frases que acompañan a los pictogramas creados por "Migrantas", un grupo de artistas fundado por dos argentinas que viven en Berlín desde 2002, Florencia Young y Marula Di Como.

"Ocupar espacios publicitarios es parte del proyecto. Estás esperando que cambie el semáforo y en lugar de ver una publicidad que quiere venderte un producto, ves un dibujo que te hace reflexionar sobre qué le pasa a un migrante", explicó a Télam Florencia.

"Migrantas" empezó en 2005 en Berlín, y los primeros pictogramas -imágenes simples que expresan un mensaje- contaban las experiencias de Florencia y Marula como extranjeras en Alemania. Con el tiempo el proyecto creció y sus talleres recorrieron varios países, como Alemania, Noruega, España, Portugal, Austria, Suiza, Canadá y México, mientras que esta es la primera vez que realizan una intervención en la Argentina.

Los talleres se hicieron el 17 y 18 de mayo pasados en el Instituto Goethe y el Centro Metropolitano de Diseño de la ciudad de Buenos Aires, y participaron unas 30 mujeres de Bolivia, Paraguay, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Estados Unidos, Filipinas, Senegal y las provincias argentinas de Chaco, Salta y Formosa.

"Elegí una historia que pide respeto y que dice 'Todos tenemos igualdad'. Hace falta visibilizar que todos somos iguales, que todos tenemos que ver. Si nos pusiéramos a buscar en el ADN de cada uno, nos encontraríamos con unas cuantas sorpresas", dijo a Télam Sergina Boa Morte, una cantante de San Pablo, Brasil, que vive en Buenos Aires desde 1971.

Sergina tiene cuatro hijas, tres de ellas nacidas en Argentina, y el papá tuvo que ir varias veces a hablar al colegio al que asisten porque "había diferencias".

"Siempre fui la única mamá negra", agregó la mujer.

El colectivo artístico "Migrantas" traduce en pictogramas los dibujos que realizan en los talleres las mujeres para contar sus historias, y unas 20 de esas imágenes son las que estarán durante un mes en distintos puntos de la Ciudad: Corrientes y 9 de Julio, Corrientes y Junín, la entrada al zoológico, Puerto Madero, Aeroparque, Figueroa Alcorta y Tagle y algunas estaciones de la red de subte: Carlos Pellegrini, Constitución, Alem y Facultad de Medicina, entre otros.

En uno de los pictogramas una mujer se abraza a un teléfono gigante y al costado se lee "Lejos de mi país, pero no ausente"; en otro, una mujer negra intenta darle la mano otra mujer blanca con la leyenda "Soy tu prójimo".

"En estos años hubo cosas buenas y malas. Me han gritado por la calle que me vuelva a mi país, y el racismo se ha agravado últimamente con la llegada de los africanos, que sufren muchos maltratos, sobre todo de los inspectores", continuó Sergina.

La presentación tuvo lugar en la biblioteca del Instituto Goethe, ubicada en Corrientes 343, donde se expusieron los pictogramas elegidos por las "migrantas" para intervenir la vía pública junto con frases que resumen sus historias, material que será exhibido durante todo junio.

"¿Qué es ser negro en Argentina?", cuestiona una de las frases, mientras otra dice: "Ser migrante no es ser delincuente".

"Movilidad, migración y transculturalidad no son la excepción en nuestro mundo, sino que se están convirtiendo en la norma; sin embargo, las experiencias de los migrantes quedan frecuentemente invisibilizadas", se lee en la presentación de la muestra.

El proyecto contó con la colaboración del Instituto Goethe, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y el programa "Todas" del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, mientras que los espacios fueron cedidos por las empresas Publicidad Sarmiento y Marca Urbana.

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