“Suite Oriental”, la nueva obra de Soledad Bautista
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Sale a escena durante todos los viernes de octubre esta comedia sobre las relaciones ocasionales, que propone una mirada crítica a la tendencia de ponerle nombre a todas las situaciones.
“Suite Oriental”, con dirección y dramaturgia de Soledad Bautista, sale a escena todos los viernes de octubre en Ceta Teatro de Lomas en una puesta que bucea en clave de comedia sobre la necesidad imperiosa de ponerle nombre a todas las situaciones, inclusive a las de pareja. “La obra apunta a las relaciones ocasionales y la relevancia de que todas las relaciones parezcan importantes, trata de correr el foco de lugar”, le comenta la autora y directora a La Unión sobre el disparador de la obra. En esta puesta, que se estrena mañana, se plantea ese imperativo que suele venir del afuera que insiste en ocasiones con nominar a cuanta situación se transita, desde las relaciones de pareja hasta el propio trabajo cotidiano, que de alguna forma toma nombre para “conformar a los demás”. “Relacionarse con el otro y con lo que el otro espera en una relación, sin una necesidad de ponerle nombre a lo que está pasando. Esa también les pasa a las parejas que no están casadas y tienen hijos, hasta con el trabajo”, acota Soledad. Esta temática está planteada desde el lenguaje de la comedia y las escenas transcurren en un albergue transitorio. “Armamos dos situaciones. Una con una pareja que está como en
una sala de espera y da a entender que es la primera vez que van a estar juntos, y otra con una pareja que está adentro de una habitación. Decidimos no hacerla en la sala principal de Ceta y la hacemos en una de las aulas que están arriba, que es como una habitación”, agrega la directora. El público es un testigo directo de ambas situaciones, estando muy cerca de los actores en ambas escenas, tanto en la pareja que aguarda por su habitación, como con la que ya está acomodada de la “Suite
Oriental”. Soledad Bautista ya se había inmiscuido en el mundo de la intimidad en “Manual de Señoritas”, su obra anterior, donde unos adolescentes atravesaban su iniciación sexual en tono de comedia. “Hice un seminario con Mauricio Kartun y como parte del seminario teníamos que escribir una obra corta. Sin darme cuenta volví al mundo de la intimidad, ese lugar en el que el espectador está frente a lo más íntimo, que puede ser la sexualidad”, cierra.