Operativo retorno
¡Socorro, los chicos de vacaciones!.
Si querida, ya volviendo de la Costa. Todo muy lindo, pero lo bueno dura muy poco y ahora en plena ruta, en el triste retorno a casa. No nos queda otra.
¿Los audios llegan medio cortados?, ¿querés lujo de detalles?, qué querés que le haga si acá no hay buena señal, pero te voy a ir mandando audio para que sepas todo, incluso lo que no te importa.
Ya paramos en una estación de servicio y acá voy, mientras estos dos duermen como troncos en el asiento de atrás y yo hago de copilota, te cuento.
La cosa es que la pasamos mejor de lo que esperábamos. Bah, al menos mejor de lo que yo esperaba, pero pasan siempre las mismas cosas, figuritas repetidas, y siempre con estos dos como protagonistas.
La nena es menos grave, ella es la tranquilidad hecha persona, pero se pasa de mambo con sus cuestionamientos, es como una Mafalda adolescente, si estamos en vacaciones, también hagamos vacaciones de planteítos.
Medio que esta chica está en contra de todo, pero ahora se la agarró con el consumismo que se hace en vacaciones y me dio un sermón que parecía Marx, que no hay que darle bola a la publicidad, que aprovechan estas épocas para venderte de todo y bla, bla, bla…, pero después te pide plata, ¿en qué quedamos?
También se la agarró con los que pescan a lo pavote, que hay que cuidar la fauna ictícola, es la primera vez que escucho eso. Encima conoció un grupo de pibas y pibes como ella y Greenpeace fue un poroto al lado de esta barra ecologista. Pero bueno, al menos hizo amigos.
El otro es el otro extremo. No tiene problemas con el consumismo, menos con el de la comida. Tiene más hambre que el Chavo y me dice que es por el mar, andá a cantarle a Gardel, éste tiene hambre todo el día.
También armó su grupo y hasta se reencontró con otros pibes del barrio y de la escuela, lo concreto es que lo vimos poco y nada, él anda con sus amigos y la familia bien gracias, bah, salvo para morfar y pedir plata.
Otra parada, creo que la última antes de llegar. ¿Cómo te la pegan en las estaciones de servicio?, y encima los dos se despertaron y el desayuno para los cuatro lo voy a pagar con un crédito del FMI, pero mi marido me dice que nos vamos una vez por año y que relaje un poco.
A pocas cuadras, hogar, dulce hogar. Calculo que estos dos saltan del asiento de atrás a la cama y sus padres con todo. Se viene el operativo lavarropas, cuando me instale la sigo, aunque creo que por hoy te quemé la cabeza basta