Argentina se juega buena parte de la clasificación al Mundial de Rusia
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Desde las 20.30 ante una Bombonera que lucirá repleta, el elenco nacional se medirá con Perú, obligado a ganar. Sampaoli apostará por cuatro defensores y mantiene una duda: Biglia o Paredes.
Esta noche de fútbol en la Bombonera puede llegar a quedar en la historia. Argentina se jugará buena parte de la clasificación al Mundial de Rusia del año que viene frente a Perú, en un duelo repleto de condimentos y en el que la obligación de ganar es casi absoluta. El elenco que conduce Jorge Sampaoli no llega de la mejor manera. Los empates ante Uruguay en Montevideo y con Venezuela en Núñez calaron hondo en el ánimo del público y reflejaron una situación estadística que lo compromete en su sueño mundialista. Hoy el equipo nacional se ubica en la quinta posición con 24 unidades, por lo que clasificaría a un repechaje a disputar contra el ganador de la eliminatoria de Oceanía, que es Nueva Zelanda, tras dejar en el camino a Islas Salomón. Sin embargo, Perú tiene la misma cantidad de puntos y Ecuador, el rival de la última fecha en Quito, tiene 20 y debe jugar con Chile (con 23 puntos). En el aspecto futbolístico, el panorama tampoco es el mejor. Sampaoli realizó varias pruebas de jugadores y esquemas desde el lunes y a medida que iban llegando desde diferentes destinos. El once aún mantiene dudas, como por ejemplo, quién acompañará a Banega en la contención del mediocampo: Biglia o Paredes. Por otra parte, de jugar con línea de tres, ahora pasará a defender con cuatro jugadores (según los últimos ensayos). Perú llega en un contexto de mayor claridad, aunque con algunas ausencias. El zaguero central Christian Ramos (ex Gimnasia La Plata) y el mediapunta Christian Cueva (del San Pablo) no jugarán por acumular sanciones. Mientras tanto, el experimentado Jefferson Farfán (del Lokomotiv Moscú de Rusia) está entre algodones por una molestia muscular que le impidió trabajar con normalidad durante la anterior semana, aunque el entrenador Gareca evalúa la chance de ubicarlo desde el arranque. Su sueño también es mundialista, pero, claro está, no hay lugar para todos.