Un empate con sabor agridulce

Con cuatro intervenciones de lujo, Josué Ayala fue uno de los responsables para que Temperley sume su primer punto del año en el empate sin goles ante Independiente y se erigió como la figura del encuentro. A pesar de eso, el arquero terminó con sensaciones encontradas. “Nos fuimos con un sabor agridulce porque queríamos cortar la mala racha con un triunfo”, remarcó uno de los pilares del Celeste en esta temporada.

El Gasolero, que sigue sin ganar y todavía no convirtió goles en lo que va del 2018, sufrió bastante en el primer tiempo ante Independiente, momentos en los que Ayala se transformó en figura, y por eso lo que rescató el ex Atlético Tucumán fue lo hecho en el complemento, donde el equipo se mostró más sólido y contrarrestó el poderío del Rojo.

“En el segundo tiempo se vio el Temperley que queremos, el que se está jugando la permanencia en Primera. Eso no lo pudimos lograr en el primer tiempo y es lo que debemos corregir de cara a lo que viene”, señaló el arquero, enfocado en lo que será el encuentro de la próxima fecha ante Newell's.

Justamente, en esa primera etapa, Ayala tuvo atajadas fundamentales: le tapó dos mano a mano a Silvio Romero, otro a Leandro Fernández y la última, a los 39, tuvo una doble intervención, primero para evitar el gol de Verón y luego para ahogárselo a Asís.

Y de las cuatro jugadas que lo tuvieron como máximo protagonista, el arquero no dudó al marcar cuál fue la más complicada y remarcó: “La más difícil fue la última porque primero me patean de cerca y de primera y luego les queda el rebote frente al arco y conmigo muy tapado. Por suerte, la pude sacar”.