Rebelión en la casa
¡Socorro, los chicos de vacaciones!.
No, no, no, querida, estoy ya intolerante, me parece que estos dos están meando afuera del tarro. Una no está para recibir estos planteítos ni bien empezó el año.
¿Qué los tiempos cambiaron y yo no me enteré de eso?, mirá vos querida, así que estamos en el mundo del revés y yo ni enterada.
Esto es increíble, me vienen con el planteo de que ya se cansaron de ir a San Bernardo y me vienen con que quieren ir a Villa Gesell, encima medio que quedé de palabra con la dueña del departamento que alquilamos desde hace más de 10 años. Deben ser 12 o 13 años que vamos al mismo departamento, desde que ellos eran rechiquitos, no es tanto para aburrirse y venir a poner peros.
¿Cómo que hay que escucharlos?, vero que estoy sola en esto. Mirá, en mi época mis viejos nos subían al Renault 12, se iba donde ellos querían y punto. Además, son vacaciones, no es ir a la guerra.
La cosa de la rebelión siguió por varios días, hasta me dicen que es mejor para mi cambiar de aires después de tantos años de ir al mismo lugar, al mismo departamento y que Gesell me va a encantar, que es muy arbolado, que era medio hippón en otros tiempos y toda la sanata.
La nena me sentó y dijo que no estaba mal ir a otra parte, que salía la misma plata y que era más o menos la misma distancia. ¿Y si es lo mismo para qué cambiar? Pero me la veo venir, la muy pícara se alió con el padre que le da todos los gustos.
¿El más grande?, ese no crece más y se encaprichó como un chico. Es más pesado que un collar de melones, todo el día hablando de Gesell y Gesell, no sabe hablar de otra cosa.
No entiendo a estos píbes, mar hay en todos lados, boliches también, otros píbes para hecerse amigos también.
¿Mi marido?, que chusma sos, ¿eh?, como ya te decía, la nena, su preferida, ya le estuvo cuchicheando, y el plomo del nene, también.
El "gran conciliador" me dijo que no estaba tan mal darle el gusto a los chicos de ir a otro lado, que para nosotros también estaba piola ir a otra cuidad, bla, bla, bla. También me vino con el argumento de que la plata era la misma, porque el año pasado fue bravo para poder ahorrar algo.
¿Cómo terminó la novela?, como tenía que terminar, nos vamos a Gesell. Pero la venganza fue terrible y los puse a estos tres a averiguar algo que salga lo mismo que en San Bernardo, que laburen.
Al final lo consiguieron y nos vamos para ahí, en la segunda de enero seremos Los Campanelli en Villa Gesell. Después te sigo contando, me voy con mi marido a hacer la VTV del auto, no sea cosa que nos paren en la ruta y no estemos en re