A 50 años de haber sido asesinado, Martin Luther King sigue vigente

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Medio siglo después de su asesinato, cometido el 4 de abril de 1968, el legado de Martin Luther King sigue vigente como un símbolo de la lucha contra el racismo y por los derechos civiles, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.

Si bien en la sociedad estadounidense ya no hay lavamanos para negros y otro para blancos, la brecha racial sigue existiendo en la primera potencia del planeta, según Naciones Unidas (ONU).

“La presencia de King es muy importante en Estados Unidos”, dijo el chileno Patricio Navia, cientista político y sociólogo de la Universidad de Nueva York.

Hace 50 años, más de 250 mil personas convergían en las escalinatas del monumento a Abraham Lincoln, en Washington, durante una marcha pacífica donde el carismático líder negro pronunció un célebre discurso el 28 de agosto de 1963. “Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su personalidad. ¡Yo tengo un sueño hoy!”, dijo King.

La marcha que lideró sobre Washington influyó en la aprobación de la ley sobre los Derechos Civiles fundamentales en 1964, año en que King fue distinguido con el Premio Nobel de la Paz.

“Yo tengo el sueño de que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama, pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas”, agregó.

Nacido el 15 de enero de 1929 en Atlanta, Georgia, recorrió 9,3 millones de kilómetros durante 13 años, se dirigió 2.500 veces al público y fue detenido una veintena de veces. Su autopsia demostró que su corazón parecía el de un hombre de 60 años, a raíz del estrés que sufría.

Era hijo y nieto de predicadores baptistas, que le inculcaron el amor por los pobres, y se adhirió al movimiento por la no violencia mientras estudiaba en la universidad. En 1954 se convirtió en pastor de una iglesia en Montgomery, Alabama.

Con estos ideales a cuestas, viajó el 4 de abril a Memphis, en el estado de Tennesse, donde fue asesinado a balazos por un segregacionista blanco llamado James Earl Ray, cuando se encontraba en el balcón de un hotel. Tenía 39 años y en su memoria, el tercer lunes de enero es feriado nacional en Estados Unidos.

En 1957 fundó la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, predicando la no violencia con el fin de alcanzar los derechos civiles para todos los afroamericanos.

En 1960, fue detenido por protestar contra la segregación racial en un local. El caso atrajo la atención del entonces presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, quien intercedió para que recuperara su libertad.

La marcha que lideró sobre Washington influyó en la aprobación de la ley sobre los Derechos Civiles fundamentales en 1964, año en que King fue distinguido con el Premio Nobel de la Paz.

Estimulado por el papel que cumplía en la sociedad estadounidense, King se ocupó luego de la situación de los pobres de todas las razas y se opuso fervientemente a la Guerra de Vietnam.

Con estos ideales a cuestas, viajó el 4 de abril a Memphis, en el estado de Tennesse, donde fue asesinado a balazos por un segregacionista blanco llamado James Earl Ray, cuando se encontraba en el balcón de un hotel. Tenía 39 años y en su memoria, el tercer lunes de enero es feriado nacional en Estados Unidos.

En estos tiempos en los que el presidente Donald Trump limitó la entrada de inmigrantes a Estados Unidos, mientras impulsa la construcción de un muro con México, el mensaje de “Tengo un sueño” de King sigue vivo como hace medio siglo en las nuevas generaciones de estadounidenses.

 

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