Para Carlitos
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Más allá de si Carlos Gardel nació en Toulouse o en Tacuarembó, entre otras polémicas nunca aclaradas, su vida tuvo varias aristas más que interesantes y anécdotas por doquier, como el mito que dice que grababa sus canciones en calzoncillos, por ejemplo.
En estas historias mínimas que surcan la vida del “Zorzal Criollo”, la leyenda dice que en una tórrida noche de diciembre 1915 recibió un balazo sobre su humanidad, cuando cumplía 25 años.
Este hecho ocurrió durante un caliente altercado a la salida del Palais de Glace (palacio de hielo en francés), un salón de baile en el barrio de la Recoleta, que también fue un cabaret.
Este lugar fue originalmente una pista de patinaje sobre hielo, de ahí su nombre, y actualmente funciona allí el Palacio Nacional de las Artes, en el coqueto edificio enclavado en Posadas 1725.
Este hecho ocurrió en una velada en la que Carlitos estaba acompañado por los actores Elías Alippi y Carlos Morganti. Esa noche cambió por completo cuando un grupo de “petiteros” provocó a Alippi. En principio Gardel sale a defender a Alippi, pero luego, para evitar que las cosas pasen a mayores, decidió retirarse de la escena.
De todos modos, los “niños bien” siguieron al trío por la Avenida Alvear y al llegar a Tagle, a la altura del Armenonville, un tradicional cabaret de la Buenos Aires de aquellos días, se trenzaron en una pelea en la que Carlitos terminó herido de un balazo en el tórax. Por esa herida de bala, terminó pasando la noche en el Hospital Ramos Mejía y se recuperó en una estancia en Uruguay, que pertenecía a unos amigos.
Esa bala fue controversial en la autopsia posterior a su muerte. En su momento, se llegó a especular que hubo un tiroteo en el avión que sufrió un accidente en Medellín causando la muerte del “Morocho del Abasto” y de casi todos los ocupantes de la nave.
La especulación partió de que esa bala nunca fue extraída del cuerpo de Gardel y pudo vivir con el proyectil a cuestas durante un par de décadas más sin mayores inconvenientes.
Vueltas del destino, el autor del disparo fue Roberto Guevara Lynch, el tío de Ernesto, el mismísimo Che. Mientras que también formó parte del grupo agresor Gregorio Gallegos, otro “dandy”, primo de Celia de la Serna, la madre del revolucionario.
Cuando ocurrió esa trifulca, la fama de Carlitos estaba en pleno ascenso, pero el hecho no tuvo gran repercusión por entonces.
Gardel murió el 24 de junio de 1935, hace 83 años, y muchas de aquellas anécdotas se habrán perdido para siempre y otras pudieron rescatarse.
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