Eduardo Cejas, el vecino de Lomas que se animó a salir del sedentarismo
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Tiene 66 años y hace un año que no sólo modificó su estado de salud, también lo anímico. “Me cambió hasta el humor”, asegura el vecino de Banfield que entrena cuatro veces por semana en el Parque de Lomas.
Eduardo Cejas (66) es un vecino de Banfield que es un ejemplo sobre que no hay edad límite para comenzar a entrenar. Hace un año comenzó a realizar una rutina de ejercicios alternativos cuatro veces por semana en el Parque de Lomas y así logró modificar un estilo de vida sedentaria en una actualidad 100% deportiva y muy activa.
“Me cambió hasta el humor cuando comencé a ejercitar mi cuerpo que estaba muy acostumbrado al sedentarismo, a estar muchas horas frente a la computadora por mi trabajo y por movilizarme siempre en auto”, contó.
Un día acompañó a caminar a su esposa al parque y así muy de a poco comenzó a atreverse al desafío que implica poner el cuerpo en acción.
“Antes de hacer actividad física me dolían las rodillas, los tobillos y ahora tengo dolores, pero de los sanos, de esos que demuestran que tus músculos se están fortaleciendo, tonificando”, resaltó el banfileño.
Aunque dice ser el mayor del grupo que entrena en el Parque de Lomas, asegura que eso no es un límite porque “nunca es tarde para enfocarse en uno mismo y reconocer que existe un mundo distinto que desconocía”.
Eduardo durante toda su vida, sólo había practicado paddle en alguna oportunidad y ejercicios durante su etapa de estudiante de secundaria. “Siempre fui sedentario y ahora me encuentro con un mundo donde todo es positivo y siempre estoy con una sonrisa”, manifestó.
Tanto es el cambio que logró en este tiempo que hasta comenzó a interesarse por la ropa deportiva. “Siempre fui un tipo de mente abierta, pero reconozco que nuestra generación no está familiarizada con lo deportivo porque hacer ejercicios no era un hábito, pero aprendí que es fundamental sentirse cómodo para entrenar y que usar calzas es comodísimo, pero también entiendo que es difícil cambiar la forma de ver algunas cosas de las personas de mi edad”, destacó.
Eduardo es licenciado en Relaciones Laborales, pero hoy está jubilado y sólo colabora en un laboratorio de análisis clínicos de su esposa, además es artista de toda la vida. “La pintura abstracta es mi pasión, me gustaría dedicarle más tiempo, pero es algo que nunca dejo de hacer”, contó y recordó que su talento artístico lo heredó de su familia materna.
Como nació en Lomas, toda su historia está atravesada por los emblemas de la región y así fue como recordó su relación con el Diario La Unión: “Cuando era chico mi abuelo materno me llevaba a la imprenta de La Unión y recorría todas las máquinas y el recuerdo más presente son los sellos de plomo que me hacían los linotipistas”.
Hoy Eduardo es un hombre nuevo, totalmente cambiado a nivel físico como así también espiritual que recomienda a sus pares, amigos, familiares que se animen a ejercitar porque “te cambia la vida para bien”.
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