A paso firme, Temperley sale del fondo y se ilusiona en grande
Valiosos tres puntos en Tandil. Con una sólida actuación, el Gasolero venció por 1-0 a Santamarina con un gol de penal de Ramiro Costa y consiguió su segundo triunfo al hilo para escalar en la tabla de posiciones y soñar con el Reducido.
Después de un comienzo dubitativo y sin buenos resultados, Temperley comienza a cambiar su realidad y parece amigarse con la victoria. Ayer sumó la segunda de manera consecutiva y comienza alejarse de los últimos puestos para ilusionarse con prenderse en la pelea por el Reducido.
El Gasolero, que gana solidez desde la llegada de Cristian Aldirico, pisó fuerte en un reducto difícil como Tandil y venció por 1-0 a Santamarina para llegar a las siete unidades y escalar puestos en la tabla de posiciones. Así, con justicia, se llevó un valioso triunfo para crecer en confianza y empezar a mirar nuevo desafíos.
La ambición del Gasolero se notó de entrada y rápidamente marcó una diferencia ante un flojo Santamarina, que careció de ideas y se mostró muy errático con la pelota. Y lo evidenció en situaciones. La primera fue al minuto con un cabezazo de Costa que pasó muy cerca y la segunda, a los 26, fue determinante: el nueve rafaelino, de penal, transformó en gol una infracción contra Mazur y allanó el camino del triunfo.
El dominio de Celeste se consolidó con la ventaja y, con solidez defensiva y mucha dinámica en el juego, manejó los hilos del partido y fue un justo ganador, teniendo en Brum a un pilar en el mediocampo.
En el complemento, Costa tuvo dos situaciones para liquidar la historia (una más clara que otra) pero la falta de puntería se lo impidió. Y por ese motivo el Cele sufrió hasta el final, a tal punto que, con un par de intervenciones y una atajada clave en el final, transformó a Matías Castro en una de las figuras de la noche. Gracias a eso, el Cele pudo festejar y ahora va por más.
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