Por su amor al piano, Nora logró recuperarse de un ACV
En noviembre brindará un espectáculo en Adrogué.
La vecina de Lomas acaba de cumplir 90 años. El apoyo de su hermano, ya fallecido, fue fundamental para su recuperación y a él le dedica cada concierto.
Nora Dighero tiene una pasión: el piano. Horas y horas de su vida dedicadas a este instrumento, que a esta altura, a sus 90 años, ya es su compañero, con quien dio varios conciertos. A lo largo del tiempo, lejos de perderse esa magia, hubo una prueba difícil y superada entre los dos: Nora se recuperó de un ACV gracias a su habilidad con el piano y con la ayuda de su hermano, quien la sentaba todos los días frente a él y le decía “vos vas a volver a tocar”. En noviembre dará un concierto en Adrogué.
“El piano para mí fue más que mi marido. Yo lo amo desde que era chica, siempre quise tocar. No quería hacer corte y confección, lo que estudiaban las chicas de esa época”, contó Nora, quien remarcó que toca piezas de Mozart, Chopin y Bach, entre otros.
En total eran tres hermanos de un papá italiano que trabajaba como contador en el ferrocarril y una mamá vasco francesa que era modista y recuerda que tardaron más de 30 años en hacer la casa. Estudió en el Colegio Nº7 de Banfield, donde hizo la primaria, pero el secundario no lo terminó porque ella “sólo quería el piano”.
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Después se casó, vendió los pianos y se fue a vivir a Córdoba, a una estancia que tenía su suegro. Las cosas no fueron bien y se volvió con su hija de 3 años. En ese momento retomó el piano y fue profesora de música en el Jardín Nº8 de Remedios de Escalada. Y ahí fue cuando su hermano Roberto, profesor de física y matemática, pasó a ocupar un lugar fundamental en su vida. “Mi hermano hizo de padre de mi hija”, marcó la vecina y suscriptora del Diario La Unión desde la década del ‘30.
Cuando Nora se jubiló sufrió un ACV que la dejó en la cama con media parálisis y las manos tullidas. “Mi hermano me dijo ‘vos vas a volver a tocar’ entonces empezó a trabajarme las manos, me hacía masajes. El día que pude caminar me dijo que tenía que ir al piano. Todos los días me sentaba a tocar, y después me venía a buscar. Por eso a mi hermano lo tengo en el alma, era inteligentísimo, sabía de todo”, destacó, mientras la voz se le entrecortaba.
Pero enseguida agregó: “Él tanto insistió que con el tiempo pude. Entonces me pidió que le toque ‘La Cumparsita’ y yo me rompí toda porque los dedos no me alcanzaban, no podía estirar la mano, pero al final pude tocársela. Y ahora la toco para él porque mis conciertos son dedicados a él ahora”.
Con esta experiencia Nora quiere dejar un mensaje: que se puede. “Hay mucha gente que se queda en la cama y no puede salir. Pero a mí cuando toco me duele, pero toco igual, y tengo un audífono, pero sigo tocando”, aclaró.
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El realizador Hugo Meyer hizo un cortometraje sobre la vida de esta vecina que cumplió 90 años el 30 de septiembre y lo llamó “Nora”. Quedó entre los tres mejores del Festival Iberomaericano de Cortometrajes ABC de España: “A mí me parece que mi vida fue tan interesante, tan llena de cosas”.
En noviembre, con fecha a confirmar, Nora brindará un espectáculo en la Casa de la Cultura de Adrog