Clínica Estrada: los afiliados reclaman el servicio de salud
Manifestación en Remedios de Escalada, Lanús. Denuncian que desde hace dos meses no son atendidos aunque tienen la prepaga al día y que el centro sanitario está sufriendo ?un vaciamiento?.
Cientos de afiliados de la prepaga Medicina Privada S.A que forma parte del mismo grupo empresario de la Clínica Estrada de Remedios de Escalada, denuncian que no cuenta con servicio de salud hace más de dos meses y aseguran que la clínica está sufriendo un “vaciamiento”.
Para hacerse escuchar, se manifestaron frente a la clínica ubicada en Lanús. Los afiliados llegaron con pancartas para que las autoridades les den una respuesta. Beatriz Giovacchini (68) es una de las socias afectadas por la situación y manifestó: “La clínica está cerrada, ya no hay médicos, muy poco personal y nosotros no tenemos otro lugar para poder atendernos. Lo que nos dicen es que vayamos a médicos particulares que después nos harán el reintegro, pero no tenemos el dinero para eso”.
Las circunstancias los llevaron a organizarse para reclamar por sus derechos porque la mayoría son jubilados y personas con cáncer, pacientes cardíacos o con diabetes, que para acceder a otro servicio de salud algunos deben pagar una fortuna y otros no son tomados por padecer “enfermedades preexistentes”.
A los vecinos les habían prometido que serían recibidos por Miriam Solá y Ricardo Bianco, dueños de Medicina Privada y de la Estrada, pero al llegar les avisaron que ya se habían retirado y fue en ese momento donde los afiliados, indignados, entraron a las oficinas. “Los dueños estaban adentro y comenzaron los forcejeos, fue una situación muy violenta. Bianco hasta se atrevió a agarrar del cuello a un señor mayor. Todo fue una vergüenza”, dijo la afiliada.
La Policía tuvo que actuar en el lugar para calmar el conflicto entre afiliados y dueños de la clínica. Según los presentes todo terminó con la promesa de reabrir la clínica la próxima semana, algo que los afiliados dudan por el supuesto vaciamiento del lugar.
“Lo positivo de esto es que ahora saben que nosotros estamos organizados y vamos a seguir luchando por nuestros derechos porque tenemos la cuota de la prepaga al día, pero no podemos ser atendidos”, concluyó Giovaccini, quien además recordó que el problema comenzó cuando el padre del actual dueño falleció: “Desde que esto está en sus manos todo ha empeorado