En un partido de poco vuelo, Los Andes cayó frente a Quilmes

Con muy poco, el Cervecero se quedó con el triunfo a través de un penal y un error grave de Fede Díaz. El Milrayitas nunca pudo generar juego y pagó caros los errores en el complemento.

Quien toma asiento en una platea o en el sillón de su casa para ver un partido del ascenso sabe que -mayormente- la precisión no será una característica del encuentro.

En este Quilmes - Los Andes, los jugadores estuvieron a la altura de las expectativas y, acorde a lo que muestra la categoría habitualmente, jugaron muy poco. Ni siquiera los más habilidosos lograron con su voluntad romper la lógica de un partido en el que sobraron los choques, los resbalones (la cancha parecía enjabonada), las cabezas mirando el pasto y los pelotazos de punta para arriba.

En este contexto, el Cervecero trató de imponerse de arranque, a puro empuje, con dos o tres ocasiones “de gol”.

A partir de los 20 de ese primer tiempo, Los Andes tuvo su rato de protagonismo con algunos toques de Leszczuk y la compañía de Turraca y Sagarzazú pero nada serio. Se fueron a los vestuarios con un cero grande como el estadio.

LESZCZUK FUE DE LO MEJOR DENTRO DE UN EQUIPO QUE NO TUVO JUEGO COLECTIVO.

En el complemento, Quilmes volvió a salir dispuesto a marcar la diferencia y a los nueve minutos la encontró a través de un penal. Fede Díaz lo bajó a Blanco y Anselmo -con una definición cruzada- lo cambió por gol.

Rápidamente, Leszczuk respondió con un movimiento individual que cerró con un remate apenas abierto. Todavía había partido, pero casi sin quererlo, Quilmes volvió a lastimar.

A los 17, Fede Díaz salió muy mal a descolgar un centro y permitió que Anselmo anote de nuevo pero de cabeza.

Si con el 0-0 le costaba a Los Andes, con el 0-2 y el rival agazapado se hizo aún más cuesta arriba. Eso, claro está, no quita que a Lenci no le llegó una sola pelota limpia ni pudieron ponerlo de frente al arquero en ningún caso.

Apenas algo del 10 Milrayitas como único aspecto resaltable dentro de un equipo que tendrá mucho trabajo por delante si no quiere sufrir con el promedio.

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