Ramiro Costa y su receta para volver en un gran nivel
TRAS UNA INACTIVIDAD DE SIETE MESES. El delantero de Temperley, que hace poco dejó atrás una rotura de ligamentos, aprovechó los tiempos de esa recuperación para trabajar en otras áreas, como lo mental, lo que le permitió potenciar su rendimiento.
A principio de febrero, Ramiro Costa tuvo una complicada lesión, una rotura de ligamento que lo dejó afuera de las canchas por varios meses. Pero esa inactividad, no lo afectó a él y, después de siete meses de recuperación, volvió con todo: anotó cuatro goles en cinco partidos y se convirtió en una pieza clave de Temperley.
El delantero del Gasolero se lesionó en el encuentro ante Boca de la temporada pasada de la Superliga y tras pasar por el quirófano, inició su recuperación con un fin claro: volver mejor de lo que estaba. Y para lograrlo, comenzó con un trabajo físico y mental en el Centro de Alto Rendimiento de la Asociación Argentina de Volantes, a donde asiste una vez por semana y entrena con el método Ácumen para trabajar en un área, el mental, que cada vez es más importante en los deportistas de élite.
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“La verdad que me ayudó mucho, hago trabajos precompetitivos y salgo con más confianza a la cancha. Trabajo lo mental y en la toma de decisiones en momentos de altas pulsaciones. Todo esto me hizo bien”, comentó el delantero, quien además ponderó: “Los mayores cambios los noto en la reacción y en la visión periférica, en la automatización de ciertos movimientos”.
Este entrenamiento físico y mental está a cargo del médico Marcos Pisoni (la parte mental asociada al deporte) y los profesores Guillermo Biazevich (trabajos de estabilidad, de movimientos, con el fin de prevenir lesiones) y Juan Macaya (la parte técnica, la automatización de movimientos y la toma decisiones en altas pulsaciones).
Y todo lo trabajado en estos meses comienza a verse en la cancha: el gol que le anotó a San Lorenzo, según comentó Pisoni, Costa se lo atribuyó “a la reacción rápida y la visión periférica” en la que ha trabajado, ya que eso le permitió enfocarse en la pelota y no perder de vista el arco rival.
“Hoy lo veo con más confianza, con mayor velocidad de reacción. También mejoró en la técnica, en la precisión y en la voracidad por el gol (lleva cuatro goles en cinco partidos). Está más ordenado de la cabeza, más rápido y mejoró con su pierna inhábil”, contó Pisoni, encargado del área mental asociada al deporte, donde se enfoca en que el deportista adquiera diferentes habilidades mentales, entre ellas la disminución de la presión para que no lo afecten factores externos. Además, se encarga del entrenamiento integral y planificación de la semana de Costa a nivel deportivo.
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Este trabajo apunta a objetivos a nivel mental, físico, personal y técnico. Y mediante acciones concretas y distintos ejercicios, busca la evolución del jugador en distintas áreas. A Costa le hace bien y el pueblo gasolero lo disfruta.
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