Más de 5000 pasajeros perjudicados por una sorpresiva huelga de pilotos
culminaron, pero siguen las complicaciones. Las medidas se iniciaron a las 5 de la mañana con las asambleas de los trabajadores nucleados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).
En el inicio del fin de semana largo, más de 5.000 pasajeros se vieron perjudicados hoy por un paro sorpresivo de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas y la Asociación Argentina de Aeronavegantes, que obligó a suspender o reprogramar medio centenar de vuelos.
La medida, que consistió en una larga asamblea que se extendió durante casi toda la mañana desde las 5:00, provocó fuertes protestas y nerviosismo entre los pasajeros. Los pilotos justificaron su decisión en que "todas las compañías nacionales (estatales o privadas) tienen sus balances en rojo".
"Los pilotos que perdemos nuestra fuente laboral no tenemos reinserción en el país. El sistema aerocomercial es insostenible bajo estas circunstancias", afirmaron los sindicatos.
Sólo Aerolíneas Argentinas reprogramó 40 vuelos, mientras que LATAM recomendó a sus pasajeros chequear el estado de los vuelos en su página web www.latam.com.
Pasajeros a los gritos, otros que perdieron reservas y sufrieron perjuicios económicos, todo tipo de dificultades, fue el escenario que se volvió habitual en medio del tira y afloje de los sindicatos aeronáuticos con el Gobierno, a poco más de un mes de las primarias.
Las principales compañías afectadas por la medida fueron Aerolíneas Argentinas, Latam y Andes. A las 10:30 ya eran 40 los vuelos afectados en el Aeroparque Jorge Newbery.
En tanto, en Ezeiza había siete, entre cancelados y demorados. Todo justo antes del fin de semana extralargo, mientras los pilotos advirtieron que la medida podría repetirse durante los próximos días.
A las 6:00, en Ezeiza, los pasajeros estaban embarcando cuando fueron sorprendidos por la medida de fuerza.- A decenas los reprogramaron para salir este sábado a las 8:00, siempre y cuando no se repita la medida de fuerza, que generó una fuerte reacción del Gobierno, que vinculó a los gremios que realizaron la medida de fuerza con el kirchnerismo.
El reclamo también generó una larga fila de unos 200 metros en el sector de ventas para que a algunos viajeros les cambien los pasajes.
Los pasajeros también se quejaron de que durante más de dos horas de espera en Ezeiza debieron esperar sentados en el piso o en sus valijas, pensando que sería algo momentáneo y podrían viajar en breve.
Quienes deban volar este fin de semana deberán estar atentos a la actitud de los gremios, porque las protestas podrían repetirse, según advirtie