Con la edición de 88 millones de libros se facturó $3 mil millones

Según datos de la Cámara Argentina del Libro, la cantidad de títulos publicados se duplicó desde 2003. El país ya es uno de los más lectores de América latina.

La industria editorial argentina escribe por estos años las mejores páginas de su historia. La cantidad de ejemplares producidos en 2013 superó los 88 millones de libros y las ventas en el sector se expandieron hasta

alcanzar una facturación cercana a los $3 mil millones, según datos de la Cámara Argentina del Libro.

El país es hoy uno de los más lectores de América latina: cada argentino lee en promedio, al menos, cuatro libros por año, apenas detrás de Chile.

Luego de dos décadas signadas por una marcada contracción en los hábitos de lectura, entre 2003 y 2013, la cantidad de títulos publicados aumentó de 13.066 a 27.757. Ahora, uno de los grandes problemas de la actividad es la concentración: el 84% de la distribución se concentra en las librerías de Capital y el área metropolitana.

Las novelas, los clásicos, los libros infantiles y los textos de estudio, de historia y de ensayo son los más elegidos por el mercado. Hoy, representan alrededor del 70% de las ediciones en circulación.

“Si bien hay tensiones por resolver, es un momento histórico para el sector: el consumo de la población se incrementó notablemente y nunca se editaron tantos libros como en esta década”, apuntó Rodolfo Hamawi, director de Industrias Culturales. Desde 2003, la producción de libros se triplicó; y 2011 fue el año récord de esta actividad,

con 106 millones de libros fabricados.

Los más vendidos

Las listas revelan la existencia de un mercado bastante uniforme en América latina. De México a Buenos Aires, los best sellers ganan y en algunos casos coinciden con los éxitos de Europa y Estados Unidos. “Infierno”, de Dan Brown; “Cincuenta sombras de Grey”, de Erika James; “Amor”, de Isabel Allende, o “Todos los cuentos”, de García

Márquez, son algunos de los que lideran el top ten de uno y del otro lado del charco. Ahí se filtran excepciones

como Florencia Bonelli, Claudia Piñeiro, Felipe Pigna y Rolón. “Las redes sociales y las nuevas tecnologías han causado una explosión en la industria editorial, de mayor cercanía con el público, de surgimiento de nuevos autores, sin embargo el mercado ha sabido acomodarse y se sigue comportando de manera clásica. Hay que ver cómo

repercuten esos cambios en adelante”, apunta Laura Leibiker, de Editorial No