La Cantina "el Taladro", el rincón banfileño en Zona Norte

Familia Sabia. Desde 1975, el bodegón funciona en Martínez y respira Banfield: todas sus paredes están repletas de momentos únicos de la historia del club.

En la Zona Norte del Gran Buenos Aires, a más de 40 kilómetros de Peña y Arenales, se ubica el negocio más banfileño que se conozca. Se trata de la Cantina "El Taladro", un restaurant que vibra al ritmo de la pasión por el verde y blanco.

La particular historia de este local gastronómico, en pleno corazón de Martínez, surge hacia mediados de 1975 a través de la familia Sabia aunque, un tiempo atrás, un preámbulo clave comenzaba a escribirse.

El primero del apellido en llegar a Argentina fue Francisco, directo desde Italia. Y acá le ofrecieron una experiencia única y bien nuestra: ir a la cancha. En este caso, fue al Monumental para ver a River que esa tarde enfrentaba a Banfield. Fue en junio de 1951, justo cuando el Taladro realizaba la segunda campaña más importante de su historia. Esa tarde de frío terminaría con una goleada por 5 a 1 frente al Millonario en un partido que quedó para el recuerdo. Y Francisco, presente en esas tribunas, sintió de inmediato el flechazo. Ahí nació el fanatismo de los Sabia por el Taladro y el traspaso de generación a generación.

La cantina nació como un bar, con mesas de pool y billar, hasta que en 1975 se convirtió en bodegón y "Pino", el hijo de Francisco, comenzó a llevarlo adelante. Claro está, él ya había nacido con la sangre verde y su negocio no podía llevar otro nombre que no fuera "El Taladro". En el interior, las paredes están rodeadas de camisetas, fotos, cuadros, escudos y todo lo que se pueda vincular a Banfield.

"Es una especie de bar temático porque apenas entras ya ves cosas de Banfield por todos lados. Inclusive tenemos un subsuelo que es un espacio más privado para hinchas, dirigentes y personalidades del club que vienen a comer. Y ahí realmente no hay un rincón libre en las paredes: todo es Banfield", contó Diego, hijo de Pino, y actual administrador del lugar.

A la par del restaurant, toda su vida convivieron con el Taladro y sus andanzas en cada campaña. "Recuerdo de chiquito que mi abuelo nos pasaba a buscar a mi viejo y a mí e íbamos a todos lados. De local, de visitante, viajamos a otros países por las copas, íbamos al interior. Mi viejo era mucho más fanático que mi abuelo porque no tenía otro hobby, respiraba Banfield las 24 horas del día y hasta creó una Peña en Zona Norte que hoy lleva su nombre en homenaje a su fallecimiento", resaltó Diego.

Privilegiado como pocos, Diego pudo compartir cenas con los máximos ídolos banfileños que eran invitados VIP de la Cantina. "Mi viejo era de llamar e invitar. Vinieron Falcioni, Almeyda, Lavolpe, Erviti, jugadores de la década del '60 y '70, el ascenso del 2001 se festejó acá y hubo una cena también para los del 2009. Inclusive, cada vez que jugaba Banfield con Tigre, el micro paraba a la vuelta y venían a comer los jugadores", relató.

Entre sus reliquias, en la Cantina hay camisetas de Zanetti y "Garrafa" Sánchez autografiadas, decenas de fotos inéditas, y un tesoro único: la camiseta de la Virgen de Luján que usó el "Gato" Leeb en el ascenso del 2001.

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