Vivió un calvario con su ex, pero salió adelante y hoy tiene su peluquería

HISTORIA DE VIDA Bernarda Rodas Mendez se refugió en su labor, en su familia y en el Municipio para sobreponerse de la violencia. Fue distinguida con el premio Orgullo de Ser de Lomas. 

Bernarda se refugió en su peluquería para salir adelante y sobreponerse a las adversidades.

Sus hijos, pilares fundamentales para Bernarda.

Bernarda Rodas Mendez (51) es una vecina de Lomas que se sobrepuso a un duro episodio: vivió "un calvario" por sufrir violencia de género y gracias a la contención de la Dirección Municipal de Derechos de las Mujeres y Equidad de Género pudo salir adelante. Ahora disfruta de su día a día acompañada de su familia y haciendo lo que más le gusta: atender su peluquería. El Municipio la premió con el Orgullo de Ser de Lomas.

"Yo trabajo como peluquera hace dos décadas. Tenía mi peluquería en mi casa y luego me mudé para alquilar un salón y progresar", explicó sobre sus inicios en el rubro, un oficio que la hace muy feliz.

Pero en plena pandemia, Bernarda vivió "un calvario": no solamente su labor se complicó por la situación sanitaria y económica que atravesó el mundo entero, sino que a eso se le sumó un episodio de violencia de género con quien era su marido. "El maltrato era psicológico, constante, y fue la gota que rebalsó el vaso. A él le pusieron una perimetral", reveló, con mucho dolor en cada una de sus palabras.

Pero en plena pandemia, Bernarda vivió "un calvario": no solamente su labor se complicó por la situación sanitaria y económica que atravesó el mundo entero, sino que a eso se le sumó un episodio de violencia de género con quien era su marido.

"Al poco tiempo me separé y fui a pedir ayuda a la Dirección Municipal de Derechos de las Mujeres y Equidad de Género. Gracias a ese grupo, sumado al apoyo de mis hijos, pude empezar a salir adelante", sostuvo, e inmediatamente añadió: "Fueron las chicas del grupo las que me inculcaron la idea de mudar la peluquería otra vez a mi casa, para estar más tranquila y cerca de mi familia, además de ahorrar los gastos del alquiler".

Al poco tiempo me separé y fui a pedir ayuda a la Dirección Municipal de Derechos de las Mujeres y Equidad de Género. Gracias a ese grupo, sumado al apoyo de mis hijos, pude empezar a salir adelante.

Bernarda comenzó con la mudanza y volvió a instalar la "Peluquería Betty" en su casa de Temperley, más precisamente en la calle Chicago 851 (entre El Tala y El Trébol). Allí puede atender a sus clientes y, al mismo tiempo, estar cerca de sus hijos. "Tengo la posibilidad de ver cómo mi hijo va y viene del colegio. Como mamá eso es una tranquilidad", dijo.

Cabe resaltar que Rodas Mendez continúa recibiendo contención y acompañamiento por parte de la Dirección Municipal de Derechos de las Mujeres y Equidad de Género. "Antes no sabía qué iba a hacer y me sentía hundida, pero ahora sé que no estoy sola y eso se lo debo al grupo", recalcó, incentivando a todas las mujeres que pasan una situación de violencia de género a pedir ayuda.

Antes no sabía qué iba a hacer y me sentía hundida, pero ahora sé que no estoy sola y eso se lo debo al grupo.

El pasado miércoles 27 de agosto, el Municipio de Lomas premió a Bernarda con el Orgullo de Ser de Lomas. La distinción, más que merecida por ser una guerrera que nunca bajó los brazos. "Cuando me llamaron y me contaron que iba a ser Orgullo de Ser de Lomas no lo podía creer. El Municipio me dio mi lugar y me sentí muy valorada", dijo, y admitió que el cuadro que recibió lo colgará en su peluquería.

"Mi trabajo es el pilar que tengo en mi vida. Tengo la suerte de hacer lo que me gusta y eso me permite estar bien conmigo misma", expresó, con profunda emoción. Para cerrar, contó: "Ahora tengo la posibilidad de trabajar de manera libre, manejando mis tiempos, y eso es lo más valioso".

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