Mi Club cumple 73 años: "Me divorcié por venir"

INOXIDABLE El boliche de Banfield está de festejo: los vecinos Carlos, Sergio y Juan Carlos asisten hace décadas y contaron qué les genera el emblemático lugar.

Crédito: Eduardo Alfaro.

El traje quedó de lado, pero la presencia sigue.

Crédito: Eduardo Alfaro.

"Mi Club es una familia", coincidieron.

Un día como hoy, pero de 1950, el emblemático boliche Mi Club abría sus puertas por primera vez, sin saber que ese emblemático boliche no solamente iba a seguir funcionando hasta estos días, sino que se convirtió en uno de los lugares más emblemáticos de la noche en zona Sur. En su aniversario Nº73, uno de los actuales dueños y tres clientes de toda la vida contaron sobre los inicios y por qué siguen asistiendo a "un espacio que ya es una familia".

"En los comienzos y por alrededor de un año, el boliche se llamó Disclub, pero los mismos muchachos que pusieron la discoteca lo cambiaron a Mi Club. Comenzó funcionando en unos salones que le alquilaba a la Sociedad de Ingenieros, Arquitectos, Constructores y Anexos, más conocido como Siaca, en la calle Chacabuco", explicó Adrián Matiauda (61), hijo de uno de los fundadores, sobre los primeros pasos de un espacio que se convirtió en un emblema en Banfield, actualmente ubicado en Cochabamba 249.

Los fundadores fueron cuatro amigos que empezaron a hacer encuentros bailables los domingos. "Como les fue bien se pasaron a los sábados y decidieron encarar el proyecto ya de una forma más estable. Mi papá es el único de los creadores que queda con vida y sigue viniendo todos los días", relató Adrián.

Mi Club se destacaba por ser un boliche elegante y lujoso: los hombres solamente pasaban de traje, zapatos y pelo corto, mientras que las mujeres debían usar vestido. Cabe resaltar que fue el primer boliche bailable privado de zona Sur, ya que antes los bailes se hacían en clubes y sociedades de fomento. "Creo que ya no quedan boliches con más de 70 años de antigüedad, acá fue el primer lugar donde se festejaron los aniversarios, los carnavales y se empezó a enganchar la música, como también los juegos de luces", acotó Adrián, que inmediatamente dijo que el espacio llegó a contar con 11 pistas.

Mi Club se destacaba por ser un boliche elegante y lujoso: los hombres solamente pasaban de traje, zapatos y pelo corto, mientras que las mujeres debían usar vestido. Cabe resaltar que fue el primer boliche bailable privado de zona Sur, ya que antes los bailes se hacían en clubes y sociedades de fomento.a hacer juegos de luces", acotó Adrián, que inmediatamente dijo que el espacio llegó a contar con 11 pistas.

Pero si algo es cierto es que los boliches no solamente se hacen por lo que ofrecen, sino también por sus clientes. Sergio Del Negro (65) es un lomense que asiste a Mi Club desde 1974: la primera vez que pisó el boliche tenía 17 años. "Lo que encontré acá es una familia, eso sigue existiendo y por eso sigo viniendo a compartir y a charlar, es algo que me desenchufa de la rutina", sostuvo.

"En estos 49 años falté dos veces a un aniversario de Mi Club: uno porque estaba enfermo y el otro porque estaba casado. Yo me separé un 7 de julio para poder venir al otro día a Mi club", dijo, dejando en claro la importancia que tiene en su vida el boliche y todo su ambiente.

"En estos 49 años falté dos veces a un aniversario de Mi Club: uno porque estaba enfermo y el otro porque estaba casado. Yo me separé un 7 de julio para poder venir al otro día a Mi club", dijo, dejando en claro la importancia que tiene en su vida el boliche y todo su ambiente.

"A Mi Club no se venía para conocer una chica, se asistía porque el lugar era agradable y organizado. Yo he dejado muchas cosas de lado por venir a bailar", explicó Juan Carlos Leone (67), otro vecino que conoce cada rincón del "Registro Civil" de zona Sur, como se lo solía nombrar por la cantidad de parejas que se llegaban a conocer en sus pistas y que luego se casaban.

De traje azul, Juan Carlos conoció Mi Club y el amor fue a primera vista. "Fue el mismo amor que pueden sentir dos personas, pero con un lugar", aseguró, con profundo sentir.

Fue el mismo amor que pueden sentir dos personas, pero con un lugar.

Carlos Croce se sumó a la conversación y contó que las primeras veces que fue a Mi Club se dieron a finales de la década del '80 y que llegó, como la mayoría, con un grupo de amigos: "Vimos crecer al boliche. Es un lugar que aún te genera un gran sentido de pertenencia, pero es recíproco, porque la gente es fiel a este espacio".

Lo más impactante de todo es que, actualmente, los descendientes de esos cuatro amigos fundadores son los que siguen con el legado: hoy, a partir de las 23, habrá una fiesta por el 73º aniversario. El tiempo pasa, Mi Club permanece. ¡Feliz cumpleaños!

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