Día del Escritor: "Hay que desmigajar los libros físicos"

MUNDO LITERARIO Las lomenses Cecilia Santoro, Alicia Danesino y Laura Coronel hablaron con La Unión, desmenuzaron su profesión y dejaron un mensaje a las nuevas generaciones.

"Lo que más me gusta del género es que la escritura te ataca", sostuvo Laura.

Como cada 13 de junio, en Argentina se celebra el Día del Escritor en homenaje al poeta, ensayista, periodista y político Leopoldo Lugones, quien nació un día como hoy, pero de 1874. El Diario La Unión dialogó con tres exponentes locales, amantes de la escritura, la lectura y la narrativa, quienes contaron cómo viven su profesión, además de resaltar lo que más les gusta y lo que quisieran cambiar de su labor. "Hay que aprender a leer y a desmigajar los libros físicos", resaltaron.

Cecilia Santoro, Alicia Danesino y Laura Coronel coincidieron en que la escritura las atrapó desde muy chicas y que ninguna sintió que un tercero les haya inculcado el camino de la literatura, sino que simplemente floreció en sus interiores y que cada una lo fue amoldando de acuerdo a sus gustos más personales.

"Soy escritora desde chica porque siempre me gustó expresarme usando la palabra", empezó a contar Cecilia, identificada con la literatura folklórica de Argentina. "Si bien no es mi profesión, soy escritora desde siempre. Me identifico esencialmente con la poesía", se sumó Alicia, mientras que Laura, también amante de los versos, le atribuyó esa pasión por el género a Susana Blanco de Mondet, quien "le enseñó a ver las cosas desde otra perspectiva, con una visión y un lenguaje más poético": "Mi vida fue un antes y un después luego de haberla conocido".

"Como escritores es importante y necesario transmitir una idea, un sentimiento, una historia y disfrutar haciéndolo", resumió Cecilia, muy emocionada en cada una de sus palabras al referirse a su labor, mientras que Alicia acotó: "Cuando uno abre un texto y se mete en una historia, la persona vive dos vidas paralelas, por eso hay que aprender a leer y a desmigajar los libros físicos".

Cuando uno abre un texto y se mete en una historia, la persona vive dos vidas paralelas, por eso hay que aprender a leer y a desmigajar los libros físicos.

Al ser consultadas sobre lo que más les apasiona de su trabajo, Cecilia indicó que le encanta recopilar historias que guardan los pueblos originarios de Argentina y expresarlo con sus palabras para que los futuros lectores lo puedan conocer. "Lo que más me gusta del género es que la escritura te ataca. Uno puede estar en cualquier lugar y la musa se aparece con una imagen o una frase, entonces necesito plasmarlo antes que se vuele", resaltó Laura, y además aclaró que le fascinan los personajes y sus acciones, los cuales "se mezclan entre la ficción y la realidad".

Lo que más me gusta del género es que la escritura te ataca. Uno puede estar en cualquier lugar y la musa se aparece con una imagen o una frase, entonces necesito plasmarlo antes que se vuele.

En contrapartida, burocracia y envidia fueron las primeras palabras que surgieron de las propias entrevistadas al mencionar las aristas negativas de la profesión y que, según ellas, se tienen que corregir para atraer a más vecinos al mundo de la creación literaria. La falta de aceptación de la opinión del otro es otro de las dificultades que notan en la actualidad.

Para finalizar, se apenaron de notar cada vez menos literatura y delicadeza del idioma, en parte por la irrupción de las nuevas tecnologías, y dejaron un mensaje a las nuevas generaciones: "Hay que acercar a los jóvenes de una manera más flexible, pero la responsabilidad de lograrlo es de los adultos. Existen muchos caminos para abrirles las puertas y que se interesen por el mundo literario".

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