TODO A PULMÓN El merendero Pequeños Gigantes despidió el año con una emotiva jornada. Una de las referentes se vistió de Santa en honor a su papá y alegró a los chicos.
Se va el 2021 y el merendero Pequeños Gigantes de Santa Catalina lo despidió de la mejor manera posible: con solidaridad, amor y diversión. La institución lomense llevó a cabo el cierre de año con la presencia de Papá Noel, un traje que es un legado para Cecilia y Gabriela Ayala, referentes del merendero, ya que era de su padre, un hombre muy solidario.
La jornada, que se llevó a cabo el martes pasado, tuvo de todo: desde las 18 los chicos del barrio ya hicieron largas filas para no perderse la fiesta que Pequeños Gigantes había preparado para ellos. "Entregamos juguetes, golosinas, bolsas con productos navideños y hamburguesas para las más de 200 personas que asistieron", rememoró Cecilia, muy emocionada por lo vivido y por haber cerrado el 2021 de gran manera.
Entregamos juguetes, golosinas, bolsas con productos navideños y hamburguesas para las más de 200 personas que asistieron.
"El año pasado me disfracé de Papá Noel y este año los chicos esperaban lo mismo, entonces lo hicimos, a pesar del calor. La cara de felicidad de los chicos fue increíble, estaban contentos y felices", contó Cecilia, que encarnó a Santa durante la jornada. La historia del traje es muy particular, ya que ese traje era de su padre, un vecino muy comprometido con la ayuda al prójimo, a tal punto de ir por las distintas provincias vestido de Papá Noel y repartir golosinas.
Cecilia admitió que tanto ella, su hermana y todos los que forman parte de la institución ubicada en Ramón Carrillo 3003 quedaron conformes con el festejo que pudieron hacer para sus "peques" luego de mucho trabajo a pulmón, con la ayuda de donaciones de los propios amigos y vecinos".
La historia del traje es muy particular, ya que ese traje era de su padre, un vecino muy comprometido con la ayuda al prójimo, a tal punto de ir por las distintas provincias vestido de Papá Noel y repartir golosinas.
Con el 2022 ya en el horizonte, Ayala aseguró que esperan que sea un año superador al que se va: "Las expectativas son muy abiertas, nuestra meta es contar con más recursos para asistir a los chicos, pero también sumar personas que tengan el anhelo de dejar una semilla en la vida de los nenes y las nenas".
Nuestro objetivo no es solamente darles una comida digna, sino contenerlos y ayudarlos en su formación, como lo hacemos con el apoyo escolar. Muchos ya nos dicen que cuando seamos ancianas ellos van a seguir viniendo y nosotras les enseñamos a que sepan ayudar. Ojalá ellos puedan seguir con el legado de la solidaridad.
"Nuestro objetivo no es solamente darles una comida digna, sino contenerlos y ayudarlos en su formación, como lo hacemos con el apoyo escolar. Muchos ya nos dicen que cuando seamos ancianas ellos van a seguir viniendo y nosotras les enseñamos a que sepan ayudar. Ojalá ellos puedan seguir con el legado de la solidaridad", cerró Cecilia, muy sensible.