con mucha emoción Tuvo lugar este sábado por la tarde en el Colegio Westminster de Banfield. El festival fue organizado por ex alumnos de la institución.
Este sábado se llevó adelante el dulce homenaje al reconocido artista lomense Roberto Cortés: lo organizaron un grupo de exalumnos del Colegio Westminster de Banfield, sitio en el cual Cortés dictaba clases de arte.
El acto comenzó en torno a las 15 y se llevó a cabo en las instalaciones del colegio, ubicado en Peña 140. Participaron del homenaje docentes, directivos, estudiantes, exalumnos y exdocentes de la institución, además de la familia y amistades de Cortés.
Parte de las actividades que se desempeñaron, destacó la finalización de un mural colaborativo que había comenzado a pintarse hacía unas semanas atrás, inspirado en la obra del artista"para poner en valor la memoria y el legado de Roberto".
El mismo fue pintado por quienes fueron sus alumnos: Sol López, Josefina Alonso, Martín Zottola, Carla Mangino, Facundo Daniele, Nayla Oyene; y con la colaboración de la docente actual de arte, Iris Sosa Samaan. También tocó una banda, se dijeron palabras conmemorativas y se expusieron algunas de las obras del artista que amablemente su familia facilitó.
Por su parte, uno de sus hijos, Tobías Cortés contó a La Unión cómo vivieron la emotiva fecha. "Fue muy fuerte, muy emocionante. Siempre es una experiencia muy linda poder compartir con el público los cuadros de mi viejo", expresó, a la vez que consideró: "Es como si él estuviese ahí con nosotros".
En tanto, el joven marcó que estaban sorprendidos por el amplio despliegue y sobre todo porque había sido organizado en su totalidad por exalumnos. "Pienso en lo mucho que se puede impactar en generaciones y generaciones de alumnes y el trabajo de les docentes", planteó y en este sentido, subrayó que la demostración de "gratitud y afecto por su arte y por su persona" habla del "papel importante que cumplen los artistas. No sólo el arte, sino su persona en la sociedad".
"Nosotros ya tuvimos nuestra despedida. Me parece que era tiempo de la sociedad para homenajearlo", sostuvo, al tiempo que valoró lo "esperanzados" que están con esta nueva generación.
"Hay que llenar los barrios de colores como los llenaba él. Un conurbano metafísico colorido, cómo lo diría él."
Finalmente, su hijo rescató una breve reflexión: "No esperemos a reconocer a los artistas que nos rodean, que viven en nuestro barrio, cuando sea tarde". "Hay que llenar los barrios de colores como los llenaba él. Un conurbano metafísico colorido, cómo lo diría él", bromeó.
En diálogo con este medio, Nayla Oyene, una de las organizadoras, valoró que fue "muy hermoso" el encuentro. "El equipo de los chicos que pintamos también estábamos muy emocionados", admitió.
"Se dio todo de manera muy armónica, muy linda, con mucho respeto", remarcó la joven. En tanto, destacó que la "cereza del postre" que le dio esa "esencia mágica y de barrio" fue la música del bandoneón que venía de unas cajas musicales que un exalumno y amigo de Cortés prestó para exhibir.
"La música y la pintura se unían muy bien, y le terminó de dar esa esencia mágica y de barrio a lo que habíamos pintado", enfatizó.
El origen del homenaje fue a partir de la necesidad agradecer y poner en valor de su querido docente, quien falleció el 25 de junio, a sus 64 años, tras una falla en sus intestinos.
"Roberto fue la primera persona que nos acercó a ese mundo y nos mostró que se podía vivir de eso y que se podía disfrutar de hacerlo"
"Roberto fue la primera persona que nos acercó a ese mundo y nos mostró que se podía vivir de eso y que se podía disfrutar de hacerlo", había planteado Oyene a este medio.
En tanto, agregó que además de tener un homenaje con espíritu de agradecimiento "también es para demostrarles a los otros alumnos de que se puede seguir por este camino del arte". "Somos el ejemplo de eso, así como Roberto nos lo transmitió a nosotros, nosotros transmitírselo a ellos", subrayó.
Un poco sobre él
Roberto Cortés era oriundo de la localidad de Llavallol, y un alma entregada al arte. Se ocupó de plasmar en sus lienzos su mirada del mundo: con una paleta de colores saturados, y personajes célebres de la política, cultura popular y farándula argentina. Desde Perón, Moria Casán, "El Flaco" Spinetta, el Gauchito Gil hasta a sí mismo, su pareja Marita, sus hijos y sus amistades queridas.
"Artista plástico argentino y del conurbano bonaerense. Trabajo sobre imágenes colectivas mezclándolas con las mías y las que mi entorno me regala", de esa manera se definía él mismo.
Al casarse, hace más de 30 años, con la reconocida artista y joyera Marita Sario, se mudó a Llavallol donde viven sus amigos y donde nacieron sus dos hijos, Joaquín y Tobías; aunque siempre fue de Lomas. Desde que se había jubilado como docente, dedicó sus días sólo a pintar.
Se desempeñó como profesor de arte en varios colegios de zona sur, como el Colegio José Mármol, Modelo Lomas, Modelo Banfield y Colegio Westminster.