SU CABLE A TIERRA Sofía Díaz unió sus dos pasiones y se define "arquiartista". "Me llevo muy bien con las flores, es mi estilo, porque representa el ciclo de la vida", dice.
La lomense Sofía Díaz es una arquitecta y artista que combina a diario sus dos pasiones: sus conocimientos en hogares e interiores también los utiliza para poder crear arte en distintos espacios de la casa, como paredes, electrodomésticos y cuadros. "Soy las dos cosas, mi meta es poder fusionarlas cada día más", dijo, y resaltó el valor que tuvo el arte en plena pandemia, un cable a tierra que le sirvió para ser quien es hoy y proyectar a futuro.
"Sophie", como es conocida popularmente entre sus seguidores, comenzó a descubrir el arte desde chica, cuando un concurso hizo que se despertara una chispa en su interior: "Yo iba al Colegio Inmaculada Concepción y una profesora de dibujo mandó un trabajo mío a una competencia. Resulta que gané y tenía que ir a Mar del Plata, pero no fui por vergüenza. De todas formas, eso me dio el indicio de que ahí había un potencial".
Al principio tomé al arte como un espacio para relajar mi vida arquitectónica y así empecé a compartir dibujos en Instagram, que luego se transformó en un sitio para trasmitir sentimientos a través del arte.
"Al principio tomé al arte como un espacio para relajar mi vida arquitectónica y así empecé a compartir dibujos en Instagram, que luego se transformó en un sitio para trasmitir sentimientos a través del arte", contó Sofía, que empezó a crear una gran relación con los seguidores, estar en permanente contacto con ellos y hasta compartirles frases motivacionales.
"Arquiartista" es el término que utiliza Sofía para autodefinirse y que refleja a la perfección su pasión en el profesionalismo: arquitecta, egresada de la Universidad de Buenos Aires, y artista de cuadros, paredes y hasta objetos típicos de una casa, como un mate, un mueble o un electrodoméstico. Todo su trabajo parece encajar a la perfección y en armonía: "Soy las dos cosas, mi meta es poder fusionarlas cada día más".
La pandemia fue un click y una bisagra para conmigo misma y para el arte, que me sirvió como cable a tierra en pleno confinamiento. Ahí pude definir qué es mi emprendimiento y lo que espero para mi vida de esto que es más que un trabajo.
Con acuarela, pintura satinada, acrílico o fibrones con látex, Sofía se sumerge en el mundo del arte y empieza a crear: "Me llevo muy bien con las flores, es mi estilo, porque representa el ciclo de la vida".
Debido a eso, una chica la contactó para que le haga un mural en el negocio, además de intervenir varios muebles que vendía. "Así el Instagram empezó a funcionar como vidriera, me llegaban pedidos de cuadros, de intervención de objetos, de paredes y hasta mates", contó la lomense de 28 años.
Paz y amor fueron las dos palabras que utilizó "Sophie" para describir lo que genera el arte en su cuerpo, su mente y su alma.
"También me gusta mucho involucrarme con la solidaridad. Pintar un mural en un comedor o en un merendero me parece súper importante, el arte es dejar una marca y un cambio en las personas, puede ser una salida para muchos", agregó.
Paz y amor fueron las dos palabras que utilizó "Sophie" para describir lo que genera el arte en su cuerpo, su mente y su alma.
Para finalizar, Sofía no quiso dejar pasar uno de los momentos más importantes del último tiempo, cuando descubrió en dónde se encontraba y qué quiere para su futuro: "La pandemia fue un click y una bisagra para conmigo misma y para el arte, que me sirvió como cable a tierra en pleno confinamiento. Ahí pude definir qué es mi emprendimiento y lo que espero para mi vida de esto que es más que un trabajo".