¿Qué pasa con Flybondi?
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Desde el primer vuelo, que fue de prueba, hubo fallas en los motores y esta semana, un viaje entre Mendoza e Iguazú tardó 15 horas. ¿Vale la pena correr riesgos por un precio más barato?
A veces pareciera que Flybondi le hace el juego a Aerolíneas, o a cualquier de las otras líneas aéreas. Es que hace menos de un mes se lanzó, con bombos y platillos, pero por ahora no hizo más que desacreditarse por fallas y demoras.
Ayer la empresa low cost sufrió otro traspié: un vuelo que, por lo general, demora dos horas y media terminó tardando 36 horas. Los pasajeros jamás se subieron a un avión de esa aerolínea y tuvieron que hacer dos escalas.
Esta vez, se trató de un vuelo de Mendoza a Iguazú. Todo comenzó este jueves en el aeropuerto cordillerano, donde los pasajeros debían embarcarse en un avión de la empresa a las 7.30 para llegar alrededor de las 11 a Iguazú.
Sin embargo, la compañía se vio obligada a cancelar un vuelo por inconvenientes en su único avión y derivaron los pasajeros para que viajen en una aeronave de la firma Andes, que partió a 17 con destino a Córdoba.