La Peña de la Esperanza celebra su primer aniversario
Cultura. La propuesta que surgió en pandemia ya tuvo la participación de 100 artistas locales, provinciales e internacionales. Representan el éxito de reinventarse.
La Peña de la Esperanza cumplió su primer aniversario en el que se consolidó como una propuesta clave para la visibilización y difusión de múltiples artistas culturales.
El Ballet Aromas de mi Pago, que forma parte del CFP Nº406 de Budge, creó este espacio virtual en el inicio de la pandemia con el objetivo de reinventarse ante la imposibilidad de realizar shows en lugares públicos. "Pasaron 100 artistas locales, provinciales y hasta internacionales que compartieron su arte desde diferentes lugares. Estamos felices de conocer gente tan talentosa que no ha perdido la capacidad de soñar aún en estos tiempos donde el mundo cultural y artístico está muy golpeado por la pandemia", expresó Rocío Álvarez, directora de Aromas de mi Pago.
Amelia Martín, Eva Adragna, Soledad Ibarra, Los Hermanos Villalba, Melanie Jugo, Rodrigo Garibotto, La Tropilla Malambo, Pablo Albornoz, Gabriel Macías, Alejandra Quiñones, Daryel Fuentes, Dúo Manzanares y Alfredo Heredia fueron algunos de los cantantes y bailarines que participaron de diferentes ediciones en las que se conmemoraron fechas emblemáticas para nuestro país.
"También pudimos hacer grabaciones presenciales en el Teatro del Municipio y encuentros con público, siempre teniendo en cuenta los cuidados y aplicando los protocolos correspondientes. Ahora volvimos a la virtualidad y ya estamos planificando nuevas ediciones", contó Álvarez, quien agradeció "al director del CFP, Claudio Morell, por su apoyo incondicional, a les artistas que se sumaron a la propuesta, las familias del Ballet y al secretario de Cultura y Educación de Lomas, Matías Gasparrini, por estar siempre presente en cada logro".
Junto a algunos de los artistas que formaron parte de la Peña de la Esperanza, el CFP Nº406 lanzó una escuela cultural que brinda cursos de folklore, guitarra, canto popular y malambo. "Es un espacio que nos permite seguir llevando adelante no solo la educación popular y técnico profesional, sino también la artística y cultural", expresó Morell.