Los 35 años de "We Are the World"

mundos personales. El recuerdo y algunas anécdotas de la grabación de este clásico, que es un ícono de los '80. 

Un tendal de estrellas

Un tendal de estrellas.

Hace 35 años, el 28 de enero de 1985, un verdadero seleccionado de músicos de los Estados Unidos se metía en un estudio de grabación para registrar "We Are the World", una canción escrita por Michael Jackson y Lionel Richie que se transformó en uno de los íconos de los '80. 

Producida por Quincy Jones, la canción fue grabada por un gran grupo de músicos famosos formado especialmente para la ocasión que se denominó USA for Africa. 

Además de los compositores, también prestaron su voz Stevie Wonder, Paul Simon, Kenny Rogers, Tina Turner, Billy Joel, Bruce Springsteen, Kenny Loggins, Cyndi Lauper, Bob Dylan, Ray Charles y sigue la lista.  

La grabación y el tema también dejaron algunas apostillas, más allá el éxito conseguido en todo el mundo. 

Michael Jackson no fue el elegido en un principio para escribir la canción y un hecho fortuito desembocó en que sea uno de los compositores. 

"Estaba intentando ponerme en contacto con Stevie Wonder, pero no podía. Tenía una agenda muy apretada, así que contacté a Michael para que me ayudara. Por suerte aceptó y pudimos sacar esto adelante", dijo en varias ocasiones Lionel Richie, quien aseguró que el productor Quincy Jones fue el que lo convenció para involucrar al "Rey del Pop" en el proyecto.

Michael Jackson y Lionel Richie se inspiraron en himnos nacionales para escribir el single y ambos artistas escucharon los himnos de los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Rusia. Mientras que el tema fue terminado recién la noche anterior a la grabación. 

La mayoría de los artistas que participaron en la canción no habían escuchado el tema antes de grabar y llegaron al estudio sin conocer la letra y la melodía, y fue toda una sorpresa para ellos. 

Entre el medio centenar esta participantes estaba Ray Charles, y cuando él hablaba todos escuchaban y hacían silencio. 

Mientras que Bob Dylan optaba por el silencio y estaba nervioso antes de grabar su parte, llegando a pedir ayuda al resto.  

También hubo momentos cholulos, como el legendario Kenny Rogers que le pidió un autógrafo a cada uno de los músicos al darse cuenta que había sido parte de un acontecimiento histórico.

Casi nadie sabía que en ese estudio de grabación se daba ese encuentro histórico e incluso Bruce Springteen estacionó su auto al lado y pasó casi desapercibido por los demás transeúntes. 

Luego de esa grabación, el tema salió a la luz el 7 de marzo y fue un furor, sonando en todas las radios y con el video rotando por todos los canales. 

La canción ganó el Grammy de Canción del año y, tan sólo en Estados Unidos, el sencillo de la canción vendió 7,5 millones de copias, convirtiéndose en un clásico y en un mojón de mediados de los '80.

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