Los mató por el volumen de la música en Fiorito: la nueva fecha del juicio
proceso. El autor del hecho ocurrido el 28 de septiembre del 2024 podría ser condenado a prisión perpetua por asesinar a tiros a su cuñada y al hijo de la mujer.
El juicio por el doble crimen de Villa Fiorito, que habría sido cometido tras una discusión por el volumen de la música, según las primeras versiones alrededor del caso, cambió de fecha.
En primer lugar, las autoridades judiciales tenían previsto juzgar al imputado a partir del próximo 18 de septiembre. Sin embargo, por un tema de agenda, José Antonio Ratti tendrá que esperar hasta el 30 de octubre de este año para ser enjuiciado.
Fuentes cercanas a la causa indicaron a La Unión que será el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora el encargado de llevar a cabo el proceso judicial por los asesinatos de Verónica Aguirre y su hijo, Damián Belizan.
En caso de ser declarado culpable, el hombre de 56 años podría ser condenado a la pena de prisión perpetua. Mientras tanto, está procesado con prisión preventiva.
La primera versión que circuló alrededor del caso, fue que el asesino se enojó por el volumen alto de la música, y reaccionó a tiros, matando a su cuñada y al hijo de ella. Sin embargo, desde el entorno de las víctimas pusieron en duda esa hipótesis sobre el móvil del brutal hecho ocurrido el 28 de septiembre de 2024.
"Hablaban de un volumen alto, pero por lo que a mí me dijeron era un volumen moderado el de la música, no es que estaba re alto", aseguró meses atrás Yanina Fernándes, viuda de Belizan, en diálogo con este medio.
Además, la joven aseguró que "tres o cuatro meses antes, él (el acusado) había dicho que la iba a matar (a su suegra). Tenía problemas personales con Verónica. No la quería".
Tres o cuatro meses antes, él (el acusado) había dicho que la iba a matar (a su suegra). Tenía problemas personales con Verónica. No la quería
"Sabemos que la muerte era para Verónica, pero Damián justo estaba ahí y murió con ella. Se ve que este era el momento, esperó y la hizo sufrir, primero la hizo ver morir a su hijo y después la mató", explicó.
El procesado fue detenido tras un allanamiento en una vivienda contigua al lugar del hecho, en el que secuestraron una pistola calibre 9 milímetros usada para acribillar a las víctimas.
Las pericias demostraron que Aguirre había recibido disparos en el pecho, mientras que Belizan murió al recibir un certero balazo en la cabeza que le quitó la vida prácticamente en el acto.
