Padre de Tomás Pliego tras la sentencia: "Siento una paz inmensa"

CRIMEN EN BANFIELD. Con los asesinos ya condenados, Martín afirmó que "se cierra un círculo" después de tanta lucha. No obstante, reconoce: "La tristeza me va a acompañar toda mi vida".

Toms Pliego junto a Martín su pap

Tomás Pliego junto a Martín, su papá.

Esta semana fueron condenados a 15 años de prisión los acusados de matar a Tomás Pliego, el joven asesinado durante un robo en una vivienda en Banfield. La sentencia significó un enorme alivio para Martín, su papá, quien luchó incansablemente durante tres años buscando justicia.

La voz de Martín se oye tranquila, pausada, con una paz que sorprende en medio de tanto dolor que debió soportar en estos tres años. Él mismo asegura que siente mucha tranquilidad después de este difícil camino recorrido. No niega que la tristeza lo va a acompañar siempre, pero entre recuerdos y agradecimientos, empezó a cerrar una etapa muy angustiante.

"Todo este tiempo que fue pasando desde la muerte de mi hijo me sentí acompañado por mucha gente. Se cierra un círculo, es importante cerrarlo. Me siento con una paz inmensa, porque yo hice todo lo que pude cuando mi hijo estuvo en vida, le di todo, y cuando él ya no estuvo más en este mundo también seguí luchando hasta hoy", comenzó Martín en una charla con La Unión.

"Voy a seguir siempre de pie, porque él hubiera hecho lo mismo por mí si me hubiera pasado esto que a él le pasó. Y quizás hubiera sido más revolucionario que yo, pero yo hice la justicia como pude", agregó enseguida. Martín pasó tres años recorriendo los Tribunales de Lomas de Zamora luchando para que detengan a Ariel Pusch, Kevin Gómez y Xavier Fideli (éste último recién fue arrestado la semana pasada). Ya con los tres condenados, su objetivo está cumplido. En esa línea, destacó "a la fiscal Marcela Dimundo, que hizo un trabajo muy grande".

"La verdad es que 15 años es poco, pero antes que nada, es mucho. Hay tres presos, eso me da tranquilidad, pero ya está, no se puede hacer más nada. La vida de mi hijo ya se fue", sostuvo el padre de Tomás, que al menos espera que esa pena sea de cumplimiento efectivo: "Hoy están presos y espero que esta condena quede firme, que en un tiempo no salgan por buena conducta. Ojalá que puedan cumplir los 15 años como corresponde, que es poco".

Mientras le vienen a la mente recuerdos de su hijo, también se acuerda de la mirada de los tres asesinos. Su sentimiento está lejos de ser vengativo. Habla de ellos como un padre que intenta comprenderlos. Y asegura que ni ellos mismos entienden la gravedad de lo que hicieron.

"Cuando fui al Tribunal Oral Nº2 me impresionó mucho la mirada y la frialdad, no hay corazón, no hay nada. Hay un vacío muy grande en el alma de ellos. No creo que tengan consciencia. Uno tiene su intuición como papá y como ser humano y puede ver la mirada de estos tres seres oscuros, como hielo. No les importó, no les importa y no les va a importar nunca nada", describió. 

Martín se pregunta cómo ese chico que "estudiaba segundo año de Psicología, era brillante, tenía una mirada tan dulce, era carismático, dulce, hermoso y quería tener un futuro", de repente le fue arrancado de su vida. "Del día a la noche le quitaron la vida. ¿Qué necesidad tenían de matarlo? Le robaron el auto de mi padre que había muerto tres meses antes. Podrían haber robado el auto, el televisor de la pared y el celular. ¿Por qué matar?", reprochó.

En ese momento, Pliego reconoce que el dolor y la paz por el deber cumplido van convivir dentro de él a partir de ahora. De su parte, hizo todo para que Tomás tuviera justicia y pudiera descansar en paz. Los murales en las paredes de Banfield, las anécdotas de sus amigos y el recuerdo de su familia, mantendrán vivo su legado.

"Hay una enorme tristeza que me va a acompañar toda mi vida, porque mataron a mi hijo y uno no puede dejar de tener esa melancolía. La voy a llevar eternamente conmigo. Pero tengo una paz inmensa, que la tuve desde siempre y ahora la sigo teniendo", afirmó Martín.