Veterinarios: entre la vocación, los desafíos y el amor por los animales

Feliz DÍA  . Dos profesionales de Lomas de Zamora compartieron sus experiencias, reflexionaron sobre el vínculo con las mascotas y destacaron la importancia de su labor.

Ver saludables a las mascotas y felices a sus dueños les da tanto a Pablo como a Alejandro una inmensa satisfacción

Ver saludables a las mascotas y felices a sus dueños les da, tanto a Pablo como a Alejandro, una inmensa satisfacción.

El Día del Veterinario se celebra cada 6 de agosto país en conmemoración al trabajo, el estudio y la investigación de esta profesión que se dedica al dedicada al cuidado y el bienestar de los animales. Dos veterinarios de Lomas dialogaron con La Unión para contar sus motivaciones personales, sus experiencias profesionales y reflexionar sobre una vocación que va mucho más allá de un consultorio.

Pablo Touzón es el encargado de la Veterinaria Mainus (Juan José Paso 1718), mientras que Alejandro Zaccagnino, titular de Veterinaria Integral Colombres, atiende en el espacio ubicado en Molina Arrotea 619. A ambos los une el amor por los animales y la responsabilidad en lo que respecta al cuidado de la salud de las mascotas.

Pablo eligió la profesión impulsado por la vocación de servir, mientras que a Alejandro lo movilizó el amor y la pasión por los animales y la naturaleza. Día a día, ambos deben enfrentarse a múltiples desafíos que varían según el grado de problemática que presente la salud de la mascota. "Para actuar hay que estar capacitado, mantenerse actualizado y brindar siempre lo mejor. Esa es la clave para dar un servicio que esté a la altura de lo que cada animal necesita", explicó Alejandro, mientras que Pablo, en línea con su colega, afirmó que "al brindarle salud a la mascota, también le generamos un bienestar a su entorno".

"A las mascotas hay que tratarlas con respeto y darles toda la atención que necesitan, sobre todo en lo que respecta a su salud y su alimentación", señalo Touzón, mientras que Zaccagnino insitió en el rol del veterinario como guía: "Hay que ocuparse y no dejarse estar. El veterinario está para evacuar dudas y detectar cosas que los tutores no siempre pueden diferenciar. Así se evitan muchos problemas".

A las mascotas hay que tratarlas con respeto y darles toda la atención que necesitan, sobre todo en lo que respecta a su salud y su alimentación

Pablo y Alejandro alertaron a la población respecto a la humanización de las mascotas, un fenómeno que se volvió cada vez más cotidiano. "Es un error tratar a los animales como personas porque genera problemas de comportamiento, aunque a veces es inevitable ya que es tanto el amor que quiere demostrarle el dueño que se termina cometiendo un exceso", dijo Pablo, mientras que Alejandro fue tajante: "Creo enfáticamente que la humanización es maltrato animal. Lo digo y lo comunico siempre".

Creo enfáticamente que la humanización es maltrato animal. Lo digo y lo comunico siempre

Ambos profesionales también se refirieron a la cantidad de animales que viven en las calles, expresándose a favor de las campañas públicas de castración masiva coordinadas por veterinarios y destacaron la importancia de fomentar esta práctica en el ámbito privado.

Para los veterinarios, lo más desgarrador de su profesión es, sin duda, el hecho de tener que sacrificar algún animal que está sufriendo mucho. Y es que, en casos donde ya no hay mucho por hacer, se siente una enorme impotencia y dolor debido a que allí también sufre el tutor o dueño de la mascota.

"En contrapartida, lo más gratificante es servir a la comunidad y que los vecinos se vayan conforme con nuestro trabajo. Darle esperanza de vida a los animalitos es muy importante", sentenció Pablo, mientras que Alejandro se sumó y remató: "Ver bien a las mascotas y a sus tutores responsables me da una satisfacción plena".

Lo más gratificante es servir a la comunidad y que los vecinos se vayan conforme con nuestro trabajo. Darle esperanza de vida a los animalitos es muy importante

La efeméride del Día del Veterinario se creó a partir del inicio de las primeras clases universitarias de esta carrera en el país y tiene, en parte, su origen en Lomas. A mediados del siglo XVIII, Argentina no contaba con carreras relacionadas con la veterinaria y las ciencias agrónomas, pero en 1872, Eduardo Olivera, un agrónomo recibido en Francia, creó el Instituto Agrícola Santa Catalina: este fue el primer centro académico nacional especializarse en estas disciplinas. El 6 de agosto de 1883 se dictaron las primeras clases en este establecimiento educativo, ubicado en el predio Santa Catalina, que se encontraba en Llavallol.